Kashgar, la ciudad más occidental de China, fue el centro de la civilización uigur durante siglos, un lugar donde la gente llegaba para comerciar y propagar el aprendizaje del Islam, en las rutas de las caravanas a Europa y Persia a China. El antiguo pueblo de Kashgar se remonta a hace más de 2.000 años y hoy en día es hogar de más de 200,000 personas. Desde 2010, un proyecto de renovación, con un costo de alrededor de 7 mil millones de yuanes (aproximadamente $1.1 mil millones de dólares) ha transformado las desvencijadas casas del pueblo, y las ha vuelto a prueba de terremotos, pero manteniendo su estilo tradicional uigur.