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spanish.china.org.cn | 09. 07. 2015 | Editor:Eva Yu [A A A]

China no es la excepción en la adopción de una Ley de Seguridad Nacional

Palabras clave: China no es la excepción en la adopción de una Ley de Seguridad Nacional
spanish.china.org.cn | 09. 07. 2015



Por Jorge Fernández

 

Todo estado, sin importar tamaño o importancia en el escenario internacional, ejecuta como interés primordial la seguridad y supervivencia de sus instituciones, en igual medida que la defensa y el bienestar de su población.

La forma en que la clase política garantiza el interés básico del estado, no obstante, cambia notoriamente entre uno y otro estado, sin importar la naturaleza del sistema político que lo marca.

Mientras algunos estados democráticos optan por el ignominioso recurso del espionaje o la invasión militar, otros estados con sistemas políticos distintos eligen la construcción de sistemas de legalidad, a fin de fortalecer, con apego al derecho, medidas preventivas que neutralicen las amenazas a la seguridad nacional.

En círculos políticos y académicos internacionales ha surgido un acalorado debate en torno a la Ley de Seguridad Nacional de China, una ley que, como en otros países, busca fortalecer la legislación a fin de garantizar las condiciones que permitan el sano y correcto funcionamiento del estado.

La mayoría de esos argumentos descansan sobre adivinaciones de un oráculo que no es válido para el estado chino, que a lo largo de las últimas tres décadas, se ha coronado como un caso exitoso en la historia moderna de la industrialización y el desarrollo, a pesar de sus dimensiones demográficas y territoriales.

China no puede estudiarse bajo criterios que son válidos para otros estados. El desarrollo histórico de China a lo largo de 5 mil años, sus vinculaciones con potencias de Occidente a lo largo de 500 años, y las profundas contradicciones nacionales e internacionales ocurridas, paradójicamente, tras la exitosa política de reforma y apertura, invalidan a China como un objeto de estudio que puede observarse bajo una lente fabricada en Occidente.

¿En dónde está el problema con la adopción de una Ley de Seguridad Nacional? ¿No es la protección de los intereses del estado la misión principal que la nación pone en manos de la clase gobernante? ¿Hay acaso en la comunidad de naciones un estado que no observe la seguridad nacional como uno de los intereses básicos del estado?

La Ley de Seguridad Nacional es, en realidad, el resultado natural de un estado en presuroso desarrollo, con marcados retos y contradicciones, que se involucra cada vez más en el funcionamiento de un orden internacional unipolar.

La confrontación es por regla general un escenario que el estado chino no busca con el exterior.

Tras la puesta en marcha de la Política de Reforma y Apertura, la participación e involucramiento de otros estados con China ha sido clave del rápido proceso de desarrollo y transformación.

El Partido Comunista de China ha forjado al estado chino de hoy gracias a la vinculación política, económica y cultural que ha establecido con el mundo sobre una base de paz, beneficio compartido y equidad.

La seguridad nacional no es privativa de China. El sistema político de China no rechaza la colaboración con otros países. Por el contrario, la mantiene como una constante en aras de materializar intereses nacionales y de garantizar y salvaguardar la meta común de una paz mundial duradera.