Turistas extranjeros posan con unas “Damas” chinas en la Plaza Lvcheng de Zhenghou, en la provincia de Henan, el 4 de septiembre de 2014. 

Soy más abierta en los temas que hablo con desconocidos

La cultura occidental establece que hay ciertas cosas de las que no hablas cuando conoces por primera vez a alguien, y de ninguna manera te tomas selfies con ellos. Cuando conoces a alguien por primera vez, suelo poner ciertas barreras que sé que no voy a cruzar hasta que no conozca mejor a la persona. En China, no obstante, no tengo mucho tiempo de poner esas barreras porque los nuevos amigos ya me añadieron a WeChat, ya han tomado un par de fotos, sin mencionar que ya saben mi edad y las razones por las que estoy en China (y probablemente mi salario), además de ya haberme invitado a almorzar. Al principio, me sentí un poco invadida. Ahora, me siento de lo más confundida cuando no me piden mi número de WeChat.