El número de miembros del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) aumentará en el futuro, con informaciones que indican que Francia, Alemania e Italia han acordado incorporarse a esta institución financiera, cuya creación fue propuesta por China.

La decisión de los citados tres países europeos, revelada por el periódico británico The Financial Times y que aún no ha sido anunciada oficialmente, llega después de que la semana pasada Reino Unido presentara su solicitud para ser miembro fundador del banco con un capital de 50.000 millones de dólares estadounidenses.

Mientras tanto, los dirigentes australianos también expresaron en los últimos días su apoyo al ingreso al BAII, lo que supone un cambio de 180 grados frente a la postura anterior de Canberra.

"Nuestra postura siempre ha sido que estamos contentos de formar parte de algo que sea una genuina institución multilateral como el Banco Mundial, como el Banco Asiático de Desarrollo", dijo el primer ministro australiano, Tony Abbott, en una entrevista concedida al canal de televisión Sky News el fin de semana pasado.

Además, según se informó, la República de Corea, Suiza y Luxemburgo también han sopesado su posible inclusión en esta nueva iniciativa internacional.

En cuanto a Japón, el ministro chino de Hacienda, Lou Jiwei, dijo a comienzos de este mes que la oportunidad de ser miembro fundador del BAII está a disposición de todos los países asiáticos, incluido Japón, antes del 31 marzo, por lo que la decisión debe tomarla Japón.

"Nos dijeron que lo están considerando. Si Japón se unirá o no (al banco), no lo sabemos. Le corresponde a Japón decidir por su cuenta", expresó Lou.

Casi 30 países han confirmado su participación en el BAII, que tiene como objetivo ayudar en la financiación de proyectos de infraestructura en toda Asia y espera entrar en funcionamiento en 2015.

En respuesta a las preocupaciones de Estados Unidos sobre los estándares del BAII, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hong Lei, dijo la semana pasada que tanto la operación como la gobernanza del banco serán abiertas, transparentes, inclusivas y responsables.

"El banco aprenderá de experiencias de otros bancos multilaterales de desarrollo y evitará desvíos para ser más efectivo en los gastos y más eficiente", dijo Hong en una conferencia de prensa.

"El BAII complementará a los bancos de desarrollo existentes y apoyará el desarrollo económico y de infraestructura en Asia", afirmó.