El Ministerio de Justicia de China está adoptando medidas para reforzar la administración de prisiones luego de que un prisionero en una prisión del noreste de China usara un teléfono inteligente para chantajear a varias mujeres.

En una videoconferencia realizada hoy, el ministerio ordenó al personal y guardias de administración de prisiones aprender las lecciones del incidente y adoptar medidas para enfrentar los problemas principales, a fin de garantizar la seguridad y estabilidad de las prisiones.

La identidad, cantidad de visitantes y duración de las visitas a los prisioneros deben ser controladas de manera estricta, dijo el ministerio. La cohabitación de los prisioneros y su familia está prohibida, dijo.

Todas las prisiones recibieron la orden de mejorar sus instalaciones de vigilancia y seguridad, incluidos muros, puertas, salas de recepción y sistemas de seguridad.

Toda reunión entre un prisionero y un visitante debe ser registrada con audio o video y toda la gente que entre o salga de la prisión debe ser sometida a revisiones de seguridad, indicó el ministerio.

El ministerio también lanzará una campaña para encontrar artículos prohibidos en la prisión y centros de tratamiento a adicciones, con un enfoque especial en artículos como teléfonos inteligentes, efectivo o drogas.

Los prisioneros que escondan contrabando serán despojados del derecho a solicitar la conmutación de la sentencia o libertad condicional durante tres años, y los guardias que lleven artículos prohibidos a los prisioneros serán despedidos, señaló el ministerio.

Estas acciones fueron adoptadas luego de un escándalo en la prisión Nehe en la ciudad de Tsitsihar, en la provincia de Heilongjiang, que expuso los vacíos en la administración que permiten que los guardias ayuden al negocio de fraudes de los prisioneros.

La semana pasada se levantaron sospechas cuando se reportó que un prisionero, de nombre Wang, había estado conversando y chantajeando a mujeres que viven cerca de la prisión a través de la aplicación para teléfonos móviles WeChat.

Wang amenazó con difundir videos y fotografías de las mujeres desnudas. Logró estafar a dos mujeres con más de 110.000 yuanes (alrededor de 18.000 dólares USA), dijeron las autoridades fiscales locales.

Wang poseía cinco teléfonos celulares e incluso pudo tener relaciones sexuales con una mujer a la que manipuló para que lo visitara en prisión.

Hasta ahora, 14 personas que trabajan en la prisión, incluido el director, han recibido sanciones.

Los teléfonos móviles están prohibidos en las prisiones y los tiempos de visita son vigilados por los guardias de la prisión. El caso de Wang ha causado indignación pública por la supervisión débil y la corrupción en las prisiones de China.