La Agencia Nacional Holandesa anunció el jueves que un hombre armado había entrado en las oficinas de la emisora nacional NOS, exigiendo aparecer en directo. La propia cadena colgó en Internet, en su página web, unas imágenes del hombre, en las que se lo veía vestido con traje y corbata y portando el arma en el plató. En la grabación de cuatro minutos publicada también se lo puede ver hablando pausadamente a un micrófono que le han colocado y preguntando dónde está su cámara.

La agencia de noticias RTL comunicó que el edificio en el que se produjeron los hechos fue desalojado y emitió un mensaje que decía: “En relación con las circunstancias, ninguna emisión está disponible en este momento, disculpen las molestias. De esta manera, los informativos de las 20,00 horas no se han emitido”. Sin embargo, en la emisora hermana de la cadena, donde en esos momentos se emitía una entrevista, continuó con la emisión casi sin hacer referencias a lo que estaba sucediendo.

Un editor jefe de NOS explicó que todo el mundo estaba “bastante relajado” a pesar de haber “un helicóptero sobrevolando el edificio y gran cantidad de policías alrededor”. Un testigo relata el suceso de la siguiente manera: “A pocos minutos de comenzar el telediario, un hombre entró y fue enviado al estudio 10. Llegó allí con una lista de cosas que quería e inmediatamente los guardias de seguridad le sujetaron hasta que pudo ser arrestado. Durante su detención, ha permanecido en silencio”.

Según la propia cadena, el hombre llevaba una pistola con silenciador con la que amenazó a uno de los guardias de seguridad. El hombre, que dijo actuar en nombre de un grupo de hackers, llevaba consigo un papel repleto de peticiones y exigió diez minutos en el aire para explicarlas. Varios trabajadores han hecho circular por las redes sociales el comunicado que les entregó el hombre armado.

La policía evacuó a los trabajadores del edificio y finalmente logró arrestar al hombre armado.

El medio holandés “Nieuws NL” subraya que no es fácil entrar al estudio de NOS, y por ello mismo se pregunta cómo ha podido acceder el hombre. El mismo medio recoge que “la gente no sabía realmente lo que pasaba, ni tampoco si el arma que portaba el intruso era real”.