(SPANISH.CHINA.ORG.CN)-Distintos puntos de vista han sido expresados en el debate respecto a quién será el mayor acreedor de Estados Unidos. Sin embargo, es cierto que China y Japón se mantendrán como los dos principales acreedores en el futuro cercano.

De acuerdo a las estadísticas emitidas por el Departamento de Tesorería de Estados Unidos, a finales de noviembre de 2014, el país norteamericano debía 1.25 billones de dólares a China, una suma que había caído en 2.3 mil millones de dólares en el año pasado. Japón, por otro lado, obtuvo 19.1 mil millones de dólares de Estados Unidos, dejando el balance en 1.24 billones de dólares. Parece que Japón está buscando recuperar su estatus del mayor acreedor de Estados Unidos.

Para Japón, la acumulación de la deuda estadounidense posibilita que las agencias que tratan asuntos como las pensiones, aumenten sus ganancias; y de esta manera restaurar algunos impulsos para reformar Japón con el trasfondo de las Abenomics. Mientras que para China, luego de tres meses sucesivos de reducción, la deuda de Estados Unidos con el gigante asiático está ahora en su nivel más bajo en 14 meses. El manejo flexible de sus tenencias de la deuda internacional, se está convirtiendo en uno de los criterios mediante los cuales China equilibra la “nueva normalidad” de su economía.

El tamaño de sus divisas ha sido una carga para la economía china durante un largo tiempo, especialmente en consideración con la dependencia de China en el mercado de bonos estadounidense, el de las divisas y el de valores. Reducir el nivel de la deuda estadounidense puede bajar la exposición a los riesgos económicos, como impagos de la deuda y la devaluación de la moneda. Como regla general, la deuda estadounidense es un “refugio seguro” para el capital extranjero. Pero, con la globalización del RMB, la atracción hacia la deuda estadounidense está disminuyendo. Otros enfoques como invertir en más deudas de otros países además de Estados Unidos, incrementar las importaciones de carga a granel y las reservas, e invertir más en las acciones de las grandes corporaciones internacionales, son también medidas que China podría emplear posiblemente.

El hecho de que la tenencia de China de la deuda estadounidense sea más baja y estable, es una señal de que la relación económica entre China y Estados Unidos se está volviendo más “normal”. En el pasado, cuando China incrementaba o reducía su tenencia de la deuda estadounidense, siempre se atraía mucha atención económica y política en el país norteamericano. Especialmente cuando la relación entre ambos países estaba tensa, cualquier reducción de la tenencia de la deuda estadounidense podía ser interpretada como una interferencia china en la política americana.

Sin embargo, el asunto de quién será el mayor acreedor entre China y Japón es un asunto de poca importancia. Los inversionistas extranjeros nunca han sido los mayores impulsores del mercado de bonos estadounidense: los inversionistas nacionales privados, empresas y gobiernos estatales ya tienen más del 70 por ciento de la deuda nacional neta. China y Japón representan sólo el 40 por ciento de las tenencias totales extranjeras. Sin importar cómo vayan las cosas a corto plazo, China y Japón continuarán siendo los dos principales acreedores en el futuro cercano.