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spanish.china.org.cn | 09. 01. 2015 | Editor: Claudia Leng | [A A A] |
El gobierno de Haití declaró el próximo 12 de enero "día de recuerdo y reflexión" con motivo del quinto aniversario del terremoto que provocó la muerte de miles de personas, mientras la comunidad internacional pasó balance hoy a la situación cinco años después de la tragedia.
En un comunicado difundido este jueves, la presidencia haitiana anunció que por decreto de fecha 6 de enero, el próximo lunes 12 la bandera nacional ondeará a media asta para rendir tributo a la memoria de las víctimas del devastador sismo.
Además, el gobierno indicó que los clubes y establecimientos similares permanecerán cerrados y exhortó a las estaciones de radio y de televisión a programar emisiones y música apropiadas.
Para conmemorar la fecha, el Vaticano organizará este sábado 10 un evento especial, para lo cual el cardenal haitiano Chibly Langlois viajó a Roma el pasado miércoles a la cabeza de una delegación de once religiosos, entre ellos una mujer.
El encuentro tiene como objetivo renovar la comunicación y la colaboración del Vaticano con la Iglesia de Haití y su solidaridad con el pueblo haitiano, señaló un comunicado del arzobispado de Puerto Príncipe.
El 12 de enero del 2010 Haití fue sacudido por un devastador terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter que dejó 222.570 muertos, un millón y medio de damnificados y pérdidas materiales por 7.900 millones de dólares.
Las ciudades más afectadas fueron Puerto Príncipe, y Leogane y Jacmel, en el sur y suroeste del país.
Cinco años después del sismo, el número de damnificados se redujo a 85.432 personas (22.741 familias) que viven en un total de 123 campamentos, según el informe de la Matriz de Seguimiento de Desplazados en Haití, difundido por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en octubre pasado.
Pero ese y otros avances se vieron truncados debido a una crisis política que se ahondó el año pasado en el país y dejó al país sin primer ministro, cuyo gobierno se vio asediado por una ola de protestas de la oposición más radical que se acentuaron a finales del 2014, y que persiguen también la renuncia del presidente Michel Martelly.
El próximo 12 de enero, día del aniversario del terremoto, concluirá el mandato de dos tercios del Senado y de todos los miembros de la Cámara de Diputados, lo que dejará al Parlamento sin funciones al no haberse elegido a los nuevos legisladores debido a la prolongada crisis.
Este jueves, el gobierno de Estados Unidos dijo que la realización de elecciones, la buena gobernanza y la fortaleza de las instituciones "son cruciales para lograr que los avances que se han hecho se mantengan y se amplíen" en Haití.
El gobierno estadounidense respaldó los esfuerzos del presidente Martelly sus "valientes propuestas" para superar la actual crisis, y agregó que un acuerdo entre los tres poderes del Estado es clave antes del próximo lunes 12.
Estados Unidos ha distribuido 3.100 millones hasta octubre del año pasado, de los 4.000 millones que prometió luego de producirse la tragedia.
Según Washington, a la fecha, la ayuda estadounidense ha permitido devolver sus hogares a 328.000 haitianos, retirar 2,7 millones de metros cúbicos de escombros, ampliar el acceso a los servicios básicos de salud, luchar contra una epidemia de cólera a través de un fondo de 95 millones de dólares, y ampliar la producción de más de 70.000 trabajadores.
La Comisión Europea (CE), entre tanto, dijo hoy que el bloque ha aportado 883 millones de euros (1.043 millones de dólares) a Haití, entre el 2008 y el 2013 para ayudar a este país a erradicar la pobreza, mejorar los estándares de vida de la población y fomentar el desarrollo socioeconómico a largo plazo.
La CE agregó que los fondos han servido de apoyo para mejorar la educación de 150.000 niños y ha garantizado la seguridad alimentaria de otros 750.000 haitianos, mientras que otros 112 millones de euros (132,3 millones de dólares) han sido destinados al gobierno haitiano a principios del 2014 para impulsar la modernización de las administraciones públicas, el mejoramiento del sistema financiero, la transparencia y la lucha contra la corrupción.
"Entre el 2014 y el 2020, la UE aportará 420 millones de euros procedentes del Fondo de Desarrollo Europeo y destinados a áreas como desarrollo urbano, educación, reforma del Estado o seguridad alimentaria", señaló la Comisión Europea en un comunicado en el que destacó que su ayuda ha beneficiado a uno de cada dos haitianos cinco años después del terremoto.
Pero la organización Amnistía Internacional fue menos optimista en su balance y afirmó que más de 60.000 personas habrían sido desalojadas a la fuerza de los campamentos para damnificados, y que la mayoría de estos no habrían recibido una alternativa para residir fuera de los refugios.
Amnistía agregó que la "ayuda para el desarrollo recibida en Haití no se ha transformado en soluciones de alojamiento seguro a largo plazo", mientras que los programas económicos de los donantes internacionales "están empezando a agotarse".
En agosto del 2011, el gobierno haitiano lanzó una iniciativa denominada 16/6 con el propósito de rehabilitar dieciséis barrios pobres de Puerto Príncipe, trasladando a las personas que vivían en seis grandes campos para damnificados del terremoto.
A través del proyecto, cada familia desplazada recibe 20.000 gourdes (500 dólares) que le debe permitir el pago del alquiler de un lugar para vivir durante un año.
El año pasado, varias protestas se produjeron en campamentos cuyos residentes reclamaron acciones del gobierno para mejorar su situación.
"Muchas personas que lo perdieron todo en el terremoto de 2010 han vuelto a verse en graves dificultades al ser expulsadas de sus refugios y campamentos improvisados. Otras están expuestas a quedarse sin hogar y en la miseria", dijo hoy Amnistía Internacional, para reclamar mayores acciones de las autoridades.