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spanish.china.org.cn | 27. 10. 2014 | Editor: Claudia Leng | [A A A] |
Érase una vez, en la región central de China existía un hombre llamado Zhang Sheng, quien se casó con Guo Ding Xiang, una mujer bella, simpática, generosa y bondadosa. Además de su belleza, Guo también era muy hábilidosa: cultivaba e hilaba algodón, plantaba moreras y criaba gusanos de seda. Con su laboriosidad y ahorros, la familia se volvió muy rica, con graneros llenos, mucha fortuna y llevando una vida muy próspera.
Sin embargo, con la riqueza, Zhang Sheng olvidó sus sufrimientos pasados y estaba sediento de placeres. Vivía ociosamente y sin un trabajo decente. Entonces llevó a una joven concubina, Li Haitang, con el pretexto de la esterilidad de Guo Dingxiang. A pesar de su belleza, Li Haitang era muy perezosa y sentía muchos celos por aquella, solía causar problemas por nada y finalmente, obligó a Zhang Sheng a repudiar a Guo.
Guo se marchó de casa llorando y llegó a un lugar miserable. “Síganme, mis gallinas y perros” murmuró, y los animales realmente lo hicieron. Después deseó que los víveres y tesoros la acompañaran, así que Guo se asentó en ese lugar y volvió a vivir esplendorosamente. Mientras tanto, Zhang y Li vendieron todo lo que tenían en apenas dos años y se entregaron a una vida disipada, así que no tuvieron otro remedio más que mendigar por las calles.
Un día ventoso y lluvioso, Zhang Sheng llegó a la puerta de una casa sin tener ni fuerza para caminar, a causa del hambre. Xiao Hong, una criada de la familia sintió simpatía por él y lo llevó a la cocina, donde le dio comida. Al escuchar los elogios de Xiao Hong por la clemencia de la dueña de la casa, Zhang la admiró y pidió dar su agradecimiento frente a frente. En ese momento exacto, pasó ella por el patio y la criada le señaló a Zhang Sheng, quien hizo una reverencia, arrodillándose y tocando el suelo con la frente, “muchas gracias por salvar mi vida” dijo.
Sin embargo, la dueña lo espetó diciendo: ¿Acaso estás tan ciego que no reconoces a tu esposa anterior?. Zhang levantó la cabeza y descubrió que la mujer frente a él era Guo Ding Xiang, a quien había abandonado. Sintió una vergüenza indescriptible y no sabía ni dónde meterse, así que finalmente se arrojó al fogón de la cocina. Guo lo sacó, pero fue demasiado tarde y el fuego mató a Zhang. La mujer se sintió deprimida y desanimada y falleció poco después de enterrarlo.
Al conocer la situación, el Emperador de Jade, que gobierna los cielos, nombró a Guo Dingxiang como la diosa de la cocina, considerando sus virtudes y encargó a Zhang Sheng como dios de la cocina, para transmitir la información entre el cielo y el mundo, teniendo en cuenta que el hombre corrigió sus errores al darse cuenta de haberlos cometido.
Después de enterarse del nombramiento de Zhang Sheng, la gente sintió temor y empezó a venerarlo por la preocupación de que Zhang causara discordia frente al Emperador de Jade. Entonces, el día 23 del décimo segundo mes lunar, fecha en que Zhang Sheng regresó al cielo para informar de las actividades de cada familia durante el año que concluye, las personas se arrodillan y tocan el suelo con la frente, murmurando que el dios de la cocina señale lo bueno en el cielo y mantenga la paz en el mundo y meten azúcar en la boca de su estatua, deseando que hable palabras dulces, en lugar de provocar la discordia.
El dios de la cocina conocía los sufrimientos del mundo humano y relató los crímenes cometidos por el dios Sanshi y advirtió a las familias que limpiaran la casa durante el día 23, hasta la Noche Vieja, lo que impediría la conspiración de dicho dios.
Según un refrán chino, en el largo viaje se conoce la fuerza del caballo y en la larga prueba, el corazón del hombre. Debido a que el dios de la cocina sabe de la situación de la humanidad, es reverenciado por todo el pueblo y la gente se alegra de recibirlo y despedirlo el día 23 y en la Noche Vieja de cada año, respectivamente.