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spanish.china.org.cn | 22. 07. 2014 | Editor: Eva Yu [A A A]

Los retos de la relación sino-venezolana en la era pos Chávez

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Los retos de la relación sino-venezolana en la era pos Chávez1

Por Jorge Fernández Montes

La visita del presidente de China, Xi Jinping, a Venezuela, deja a los dos países con la enorme responsabilidad de mejorar una relación que, a lo largo de la última década, ha llegado a una solidez y compenetración difícil de igualar.

En el marco del 40 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, la visita de Xi ha estado marcada por atenciones y condecoraciones que revelan la importancia que Venezuela otorga a la relación con China.

Dos aviones de la Fuerza Aérea Venezolana escoltaron al avión en el que viajaba el presidente Xi Jinping, procedente de Argentina, en su último tramo antes de aterrizar en la capital venezolana, Caracas.

El presidente Nicolás Maduro recibió a su homólogo chino en el aeropuerto capitalino, en medio de una celebración en la que músicos acompasaron los himnos nacionales de cada país para que coincidieran con el izamiento de banderas.

Gestos de esta naturaleza difieren de los actos protocolarios que Venezuela concede a visitas oficiales de otros jefes de estado, aunque la condecoración otorgada al presidente chino con una réplica de la Espada de Simón Bolívar aclara el nivel al que ha llegado la relación sino-venezolana.

La Espada del Libertador contiene una gran simbología en la que además de reafirmarse la amistad entre países hermanos, está implícito el reconocimiento a las contribuciones de un jefe de estado en la construcción de un orden mundial libre de toda opresión. El presidente Xi Jinping, en el marco de una histórica visita por América Latina, es hoy uno de los galardonados con esta orden.

Y es en los ideales de cambio por un mundo mejor, en los principios que rigen a la política exterior de China, y en la construcción de una gobernanza internacional más justa, equitativa y democrático, que China y Venezuela han encontrado un espacio para el desarrollo de sus relaciones.

Es sobre la base de los ideales de Bolívar y en la profunda admiración por los líderes revolucionarios que hicieron posible la fundación de la República Popular China, que el finado presidente, Hugo Chávez, extendió su amistad y se hizo amigo del pueblo chino.

Tras 13 años del establecimiento de una Asociación Estratégica, ahora los líderes de China y de Venezuela han considerado que el momento de la relación demanda elevarla a un nivel integral, más amplio y de mayor envergadura.

Esta nueva Asociación Estratégica Integral yace en gran medida sobre los esfuerzos que la parte China y Venezolana hicieron en más de una década, especialmente durante la gestión del presidente Hugo Chávez.

El reto para una relación que vive uno de sus mejores momentos no está en la firma de acuerdos y convenios, sino que, por el contrario, está en materializar los proyectos suscritos con resultados de beneficio compartido para ambas partes.

Si la amistad entre ambos pueblos ha llevado a mandatarios de China y Venezuela a la firma de convenios, ahora es responsabilidad de ambos gobiernos gestionar y coordinar el caudal de proyectos convenidos e impedir su incumplimiento por administraciones deficientes, insuficiencia de recursos o ritmos de trabajo carentes de sincronía.

El reto de ambos estados de superar el nivel alcanzado durante la presidencia de Hugo Chávez no es insorteable, al menos no ahora con la creación de nuevos marcos de cooperación entre China y América Latina, que abren la posibilidad de una mayor cooperación entre los estados del Sur, y en el que los ideales bolivarianos y los principios de la política exterior de China pueden encontrar un nuevo campo para su desarrollo.

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