Permítanme dar un ejemplo perfecto. El mes pasado, un amigo estadounidense quería que fuéramos a cenar a un restaurante de parrillada estadounidense. No sabía el nombre de la intersección a dónde se había mudado recientemente. Sin embargo, me metí a Yahoo Maps y la ubiqué. Tenía un nombre en chino bastante largo, pero, en el mayor uso de mis capacidades, me lo aprendí para que pudiera indicar al taxista a dónde ir. Conseguí un taxi en menos de 5 minutos (a las siete de la noche, lo cual es una especie de milagro por aquí: ¡JA!). Le dije al taxista la intersección a la que quería llegar. Él la “entendió” de inmediato. Cuando nos acercamos, llamé a mi amigo y le dije que se parara frente al Kentucky Fried Chicken donde habíamos acordado.

Le dije exactamente dónde pararse incluso sin haber visto nunca antes el lugar. Le dije al taxista: “Wo de pengyou; KFC”. Luego apunté al asiento trasero. Luego le dije el otro destino a dónde debíamos llegar después de recoger a mi amigo. No quería buscar otro taxi así que pensé en hacer el intento. El taxista entendió exactamente lo que quería a pesar de que yo sólo podía decir algunas palabras en chino y él no hablaba inglés. Lo que vi en su cara fue que lo intentó y escuchó muy atentamente para entender lo que yo quería.

9. Se puede vivir en China sin preocuparse por el crimen

Los únicos crímenes de los cuales escucho son los ocasionales robos de las baterías de bicicletas electrónicas. Conocía a un maestro extranjero que enseñaba en la primera escuela donde trabajé aquí en Henan. Se sentó en una banca de un parque un día. Olvidó su bolsa, que dejó colgada en la banca. Para no hacer el cuento largo, una persona de edad avanzada la encontró e hizo mil malabares para poder ubicarla y regresarle su bolsa con su contenido aún intacto.