Cq1131 (Estados Unidos)
La semana pasada, me detuvieron dos mujeres que me preguntaron si era estadounidense y si podían practicar su inglés conmigo. Esto sucedió en el centro comercial al lado del Hotel Grand Hyatt. Había escuchado acerca de esta trampa antes, pero ellas parecían sinceras. Me preguntaron si podíamos tomar un café para que pudieran “practicar su inglés”. ¡Me la creí porque soy maestra de inglés! Además estaba sola. Acepté, pero en vez de café, me llevaron a una calle aledaña, cerca del centro comercial, a una casa de té chino.
Ordenaron té y vino para las tres. Hablamos, pero estaban más interesadas en hablar sobre mí que sobre ellas. Finalmente fue momento de pagar. ¡Sacaron una carta que señalaba que cada tetera costaba 750 yuanes! Me pasaron la cuenta. La cuenta total era de 3.000 yuanes (500 dólares). Era obvio que tanto ellas como la casa de té estaban confabuladas. Repetían que utilizara mi tarjeta de crédito. Me di cuenta de que era una trampa para estafar mi tarjeta de crédito. Asustada a morir, dejé 300 yuanes sobre la mesa y corrí.
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