"En Sant Jordi paseamos por las Ramblas y disfrutamos del ambiente", dijo una estudiante de medicina a Xinhua, quien junto a su compañera vendía rosas en un puesto del barrio del Borne.

"A veces compramos alguna cosa, hacemos regalos de rosas y libros dependiendo del bolsillo", añadió.

Las estudiantes explicaron a Xinhua que venden rosas para pagarse su viaje de fin de carrera y tienen puestos de venta en toda Barcelona. "Las ventas dependen de la zona. Hoy hay mucha gente pero muchos son extranjeros y no se paran a comprar. Confiamos en vender más por la tarde", explicaron.