En Seúl, Obama sostendrá conversaciones con la presidenta de la República de Corea, Park Geun-Hye, que se enfocarán en las tensiones en curso en la Península Coreana. El presidente estadounidense también intentará suavizar las tensiones entre Seúl y Tokio.

Douglas Paal, director del programa de Becas Carnegie para Asia, dijo que la firme presión de China para la reanudación de conversaciones a seis partes es algo que el gobierno de Obama no puede mantener al margen.

En los esfuerzos más recientes de China para contribuir a un desescalamiento de las tensiones en la Península, el presidente de China, Xi Jinping, sostuvo una charla telefónica con su colega Park, en la que Xi ratificó que China está firmemente comprometida en concretar la desnuclearización de la Península de Corea y alentar la resolución pacífica de las controversias. "China está lista para mantener una comunicación y coordinación estrechas con República de Corea sobre los temas peninsulares y espera que todas las partes involucradas puedan trabajar juntas para reducir tensiones en la Península y preservar la paz y la estabilidad", estableció Xi.

Al manifestar su aprecio por el papel constructivo de China, Park dijo que Seúl está dispuesto a mantener la comunicación y cooperación con Beijing.

En definitiva, en medio de las dudas sobre los compromisos de seguridad de Estados Unidos, el viaje de Obama "es la expresión más reciente del firme compromiso del presidente con su política para reequilibrar Asia-Pacífico", dijo Evan Madeiros, el principal director del Consejo de Seguridad Nacional para Asuntos Asiáticos, en un encuentro con periodistas el lunes.

Sin embargo, el involucramiento de Estados Unidos con algunos países de Asia no será a costa de China, y Washington está comprometido a construir un nuevo modelo de relacionamiento con China mediante una mayor y mejor cooperación sobre los principales retos de la región y el mundo, añadió Medeiros.

"¿Se enfoca (el viaje de Obama) en contener a China? La respuesta simple es no", indicó.