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spanish.china.org.cn | 21. 04. 2014 | Editor: Ara | [A A A] |
Me subí a un autobús lleno de personas, no tenía equipaje que jalar. Un muchacho en sus 30 se paró de su asiento e insistió en que me sentara. Esto ha ocurrido varias veces entre hombres y mujeres dándome sus lugares. Las primeras veces daba las gracias, pero no aceptaba, y al final me sentaba tras la insistencia. Tenía en gran aprecio el gesto, pero no me sentía una persona mayor, a pesar de que mis canas aumentaban cada día.
En Toronto algunas personas te ofrecerán el asiento si das la impresión de que realmente lo necesitas. Ahora acepto el ofrecimiento y expreso mi agradecimiento. También he dado mi asiento si veo que alguien lo necesita más que yo.