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spanish.china.org.cn | 02. 04. 2014 | Editor: Sonia | [A A A] |
Para expandir la influencia de la tibetana tradicional Thangka, un monje tibetano de 33 años ha vendido una casa y ha utilizado los 30 millones de yuanes (4,83 millones de dólares) de su venta para construir un palacio en la provincia de Qinghai.
En el Palacio de la Cultura Étnica de Regong o Palacio de Regong (Tongren), los niños pueden aprender a pintar Thangka de manera gratuita; también pueden aprender tibetano, chino, inglés y matemáticas gratis. Regong es conocido en todo el país y en el extranjero por ser el hogar de muchos maestros de artes tradicionales tibetanas.
Thangka es un estilo de pintura tibetana en algodón o seda, que generalmente representa a una deidad budista, escena o mándala de algún tipo. Generalmente, los Thangkas duran mucho tiempo y conservar gran parte de su brillo, pero debido a la naturaleza de sus materiales, estas obras deben guardarse en lugares secos donde la humedad no afecte a la calidad de la seda. Aunque goza de una larga historia, no mucha gente conoce este arte.
Gazang Jiacuo, nacido en los años 80, estudió pintura Thangka durante 17 años y ahora es considerado el heredero del patrimonio cultural inmaterial de la provincia de Qinghai.
"Es el sueño de mi familia y el mío construir un palacio que albergue a niños y artistas interesados en la pintura Thangka. Queremos pintar más Thangkas, y mostrarlos al mundo", dijo Gazang.
Los Thangkas se venden por miles de yuanes, algunos alcanzando la cifra de 1,7 millones de yuanes.
El palacio cubre más de cuatro hectáreas y tiene capacidad para más de 100 niños. Se les da ropa y alojamiento gratuito.
La familia de Gazang Jiacuo sufrió mucho para construir el Palacio. Vendieron su casa y gastaron sus ahorros, e incluso pidieron prestado mucho dinero de familiares y amigos. Durante los tres años que tardaron en construir el palacio, participó toda la familia. Su madre, que tiene 60 años, tuvo que ingresar en un hospital por agotamiento en el lugar de construcción.
Por fin, su sueño se hizo realidad. Gazang Jiacuo cree que construir un palacio y enseñar a los niños es solo el comienzo de su sueño.