Por Jorge Fernández Montes

La fijación del PIB de China en 7,5 por ciento, anunciada recientemente por el primer ministro Li Keqiang, marca oficialmente el pistoletazo de salida rumbo a la concreción de un nuevo modelo de desarrollo económico nacional.

Terminan así las altas tasas de crecimiento generadas por un desarrollo insostenible y comienzan las acciones para otorgar a otros motores económicos un papel protagónico en la carrera de China rumbo a la modernización.

La dirigencia china sortea así las críticas contra un modelo debilitado y asume el liderazgo de un nuevo proceso de transición que, pese a los sacrificios y dolores a corto plazo, busca la sostenibilidad del desarrollo económico a largo plazo.

Y con un crecimiento de 7,5 por ciento del PIB chino, se abre el terreno para una nueva etapa en la que la dirigencia china estará en condiciones de profundizar la política de reforma y apertura.

Los sacrificios y dolores implícitos en un nuevo proceso reformador, amén de los desequilibrios sociales que puedan generarse, demandan la atención y solución de los problemas más urgentes de la población china.

El primer ministro Li Keqiang ha anunciado la creación de 10 millones de empleos para 2014 y la fijación de la tasa de desempleo en las urbes por debajo del 4,6 por ciento.

La consecución de un entorno de estabilidad y armonía demanda el despliegue contundente de una estrategia que reduzca la amplia brecha existente entre los ingresos del campo y la ciudad.

El primer ministro ha hecho énfasis en el establecimiento de un orden social que permita el sano desarrollo de la nación rumbo a la construcción de una sociedad modestamente acomodada. La inestabilidad es enemiga del proceso reformador.

Los ataques terroristas perpetrados recientemente en la meridional ciudad de Kunming han alertado a legisladores de la actual sesión de la APN sobre la urgencia de construir un marco legal que facilite la lucha contra el terrorismo.

Muchas de las contradicciones sociales encontrarán opciones para su solución con la liberación de las fuerzas del mercado bajo la observación de la mano visible del gobierno.

La mano invisible del mercado desempeñará un papel fundamental en la distribución de recursos entre aquellos sectores y lugares en los que el capital público ha demostrado notables deficiencias.

Un gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo demanda la atención de las urgencias más básicas de la población, al igual que las necesidades espirituales generadas por la incertidumbre y la zozobra.

La desaparición de un vuelo procedente de Malasia con destino a Beijing ha desviado la atención de la opinión pública nacional en un ambiente de preocupación e incertidumbre por el paradero de los connacionales chinos.

El primer ministro Li Keqiang ha instado a su homólogo malasio a acelerar las tareas de búsqueda para encontrar el paradero del vuelo MH3700 hasta ahora desaparecido.

El proceso reformador anunciado por Li Keqiang bajo la dirección de Xi Jinping ofrece continuidad a un programa en el que la atención material y espiritual del pueblo chino deben enarbolarse como las tareas principales.