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spanish.china.org.cn | 07. 03. 2014 | Editor: Ara | [A A A] |
Desde que el parlamento ruso aprobara la petición del presidente ruso, Vladimir Putin de enviar tropas a Crimea, Occidente, lidereado por Estados Unidos ha adoptado una agresiva presión diplomática sobre Moscú y Putin. El referéndum de Crimea esta vez es una respuesta occidental a la interferencia occidental.
Putin y su gobierno han negado haber despleagado tropas en Crimea y afirmó que era sólo un plan. Putin ha permanecido bastante flexible en su uso de estrategias diplomáticas.
Si el resultado del referendo es apoyar a Crimea a despegarse de Ucrania y unirse a Rusia, lo cual dudan pocas personas, entonces las aseveraciones de Occidente sobre la invasión rusa perderán terreno. Crimea es una región autónoma de Ucrania. Está buscando cambiar su estatus político y Occidente no puede escandalizarse por lo que haga con Rusia.
Putin ha demostrado ser una persona espinosa para Washington y Occidente. El mandatario ruso es duro y decidido, pero también es un bueno para las maniobras diplomáticas y hacer progresos. Tomó a Edward Snowden y revirtió la situación en Siria. Putin irritó a Washington, algo que escapa de su control.
La Rusia de Putin aparentemente resistirá el impulso de las fuerzas occidentales. La opinión de algunos países occidentales ha sido dura con el presidente. La antigua secretaria estadounidense Hillary Clinton comparó sus avances con Ucrania a las acciones realizadas por el líder nazi, Adolfo Hitler. Mientras Putin continúe en su cargo, no habrá mejoras en la relación ruso-estadounidense.
Durante muchos años, algunos países occidentales no han encontrado a un rival como Putin. Sin embargo, es la presión de aquellos países lo que contribuye a hacer de él lo que es ahora. Desde la desintegración de la Unión Soviética, algunos países occidentales han estado apretando el espectro estratégico de Rusia. Putin no tiene retirada.
Tras la Guerra Fría, líderes de países pequeños que han enfrentado a Occidente todos han terminado en tragedia, ya sea por invasiones militares o por el derrocamiento de gobiernos mediante el apoyo a la oposición.
El mayor riesgo para Putin yace dentro de Rusia. Su tasa de apoyo ha alcanzado 67.8% recientemente, lo cual no es suficiente para realizar su política para enfrentar al país occidental. La sociedad rusa se ha dividido en cuanto a la crisis ucraniana.
Rusia ganó en la crisis de Georgia en 2008. La crisis ucraniana generará un mayor impacto que aquella. Si Moscú puede controlar la escala de la crisis, su unidad nacional no se verá muy afectada. Si la confrontación entre Rusia y algunos países de Occidente permanece aguda, Rusia enfrentará más retos que ahora.
Hasta ahora, la situación en Crimea está exitosamente controlada por Putin. Crimea está casi al revés, pero la densidad de conflictos se ha mantenido baja. Aún queda por ver cómo Putin enfrentará a los líderes occidentales.