Norilsk es uno de los pocos lugares del mundo donde uno puede preguntar si es de día o de noche sin temer a que le tomen por loco.
Tres meses al año, de noviembre a febrero, en Norilsk no sale el sol y tan solo la aurora boreal rompe la oscuridad de la larga noche. A cambio, de mayo a junio el sol no desaparece del horizonte y siempre es de día. En esta zona, las temperaturas veraniegas suelen ser de una media de 17,3 °C, mientras que en invierno se llegan a alcanzar los 58 °C bajo cero, por lo que el cambio supone un verdadero riesgo para los habitantes del lugar.
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