Bodas italianas. Para asegurar la felicidad del matrimonio se tienen que realizar varios ritos como llevar el velo ya usado por otra novia que tenga un matrimonio feliz; el anillo de compromiso y las alianzas no deben comprarse juntos porque trae mala suerte; el novio, luego de salir de casa, no puede dar ni un paso atrás, así que si se le olvida algo deberá mandar a alguien. Además, se debe evitar casarse en martes o viernes.

Bodas alemanas. Antes de la ceremonia, se suelen romper todos los trastes de porcelana para traer la buena suerte a la pareja en el matrimonio; esto porque la creencia germánica aseguraba que esto ahuyentada a los malos espíritus. Cada invitado debe traer su propia cerámica o porcelana, nunca cristal porque es de mala suerte. Casi siempre el suceso es frente a la casa de la novia un viernes antes de la boda, donde se ofrece un pequeño banquete, y se invita a las personas que no irán a la fiesta grande.

Bodas ecuatorianas. A diferencia de otros países, aquí es de mala suerte que el vestido de la novia esté listo antes de la ceremonia, por lo que se dejan detalles para terminar hasta el mero día. Además, para evitar la mala suerte, no tiene que llevar un vestido ni usado ni prestado ni confeccionado por ella misma.