3- La carretera del Atlántico (Noruega): posiblemente la más curiosa de Europa. Este tramo de 8 kilómetros fue construido para unir las ciudades de Molde y Kristiansund. Está hecha sobre pequeñas islas a base de viaductos, pasos elevados y ocho puentes, el más prominente es el de Storseisundet. Con buen tiempo es un sitio excelente para avistar ballenas, focas y pájaros de todo tipo.