El Manantial de la Media Luna, en la provincia noroccidental de Gansu, se parece mucho a una luna creciente caída sobre el desierto en el quinto día de cada mes en el calendario lunar chino. El agua es muy clara, con un sabor dulce. El manantial ha permanecido acostado por miles de años en los brazos de las dunas. Pese a que es azotado frecuentemente por los vientos y arenas, mantiene su pureza. Muchos literatos de distintas épocas expresan su exclamación por esta topografía peculiar. La noche en el desierto debe ser muy emocionante. El manantial se ubica en Dunhuang, provincia de Gansu. Logra el nombre por su forma parecida a la media luna y es considerado el “primer manantial en el desierto”.