Dali es una ciudad pequeña de calles rectas, pero la única calle que realmente destaca es la ancha vía comercial, jalonada de casas antiguas. Esta calle se cruza con otra de estilo occidental llena de tiendas de souvenirs, tenderetes y restaurantes de comida occidental, pubs, cafés con espresso, cerveza Guinness, café irlandés y música de ambiente. El romance con una mezcla de estilos oriental y occidental, te hará olvidar el mundo exterior.