Según un dicho antiguo de China, los hombres se dedican a labrar la tierra y las mujeres, a tejer telas, para llevar una vida en paz y con satisfacción. En Yangzhou, tierra de seda, miles de tejedoras trabajan con su sabiduría y sus manos hábiles para fomentar esta industria peculiar de Yangzhou, y ellas son testigos históricos del desarrollo de la artesanía de esta zona.
Los platos de Yangzhou (también conocidos como platos de Huaiyang), como una de las cuatro gastronomías famosas de China, gozan de gran prestigio y son elegidos para banquetes estatales. El arroz frito con huevo de Yangzhou, por su sabor exquisito, ha llegado a ser conocido por todo el país y hasta todo el mundo.