Cada día, el sonido rítmico de la campanilla del tren se deja oír a través de las empinadas montañas del condado de Jianwei, en la ciudad sichuanesa de Leshan. Un anticuado tren a vapor se tambalea con su carga a lo largo del monte Leshan sobre unos estrechos raíles, anunciando felizmente su existencia al mundo exterior.
hasta ahora, el pequeño tren a vapor sigue siendo la única forma de transporte que conecta la vieja zona minera con el mundo, además de el único de su tipo que transporta pasajeros sobre unos raíles tan estrechos.
Colocados a lo largo de la montaña, los raíles serpentean a través de escarpadas laderas y numerosas curvas. Su anchura es tan sólo la mitad de la de los raíles modernos, y el tren avanza por ellos a unos 20 kilómetros por hora, tardando dos horas y media en completar un recorrido completo de ida y vuelta.