(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – En el imaginario colectivo de una parte del mundo, el Tíbet es un lugar misterioso, una tierra de recogimiento, sobriedad y meditación, donde lo terrenal queda apartado siguiendo las enseñanzas del Budismo. Pero en este mundo globalizado, sólo era cuestión de tiempo que el gusto por el lujo y la extravagancia llegara también a esta tierra de monasterios y cumbres elevadas.
Un viaje de lujo al Tíbet, desde Pekín a Lhasa en tren, cuesta 10 mil dólares por persona. La ‘oferta’ será lanzada en este año, según un oficial de turismo de la región autónoma tibetana.
Cada tren llevará a un máximo de 108 pasajeros para una visita de 7 días y cada compartimento contará con su propio cuarto de baño y salón, según indicó ‘Renmin Ribao’ en su edición de ayer.
Los billetes deberán reservarse por adelantado, según Liao Lisheng, oficial de la Oficina de Turismo del Tíbet, citado por el diario.
Cada vez más turistas eligen llegar al Tíbet en auto, a través de las autovías, mientras que las líneas aéreas han aumentado la frecuencia de sus vuelos a Lhasa para hacer frente a la demanda durante la temporada alta, según Liao.
China invirtió más de 350 millones de yuanes (53 millones de dólares) en las infraestructuras para el turismo en el Tíbet durante el XI Plan Quinquenal (2006-2010). Unos 30 proyectos, que incluyen centros turísticos en Lhasa y Shannan, se han concluido o están en construcción.