El Palacio Potala limita la visita a una hora por grupo

Pasajes de tren difíciles de conseguir

Desde el comienzo de la segunda mitad de este año, las rutas de turismo del Tíbet se han calentado rápido. Después de que el Monasterio Jokhang en Lhasa limitara la visita a una hora por grupo de turistas, el Palacio Potala en la misma ciudad ha introducido esta restricción a partir del mes actual. Al mismo tiempo, se ha vuelto difícil conseguir pasajes de tren para viajes de Shanghai o Xining a Lhasa, a la vez que los pasajes de vuelo con salida del aeropuerto de Lhasa se venden sin descuento.

Pasajes de tren Qinghai-Tíbet difíciles de conseguir

El mercado de turismo tibetano se puso en marcha en junio, con anticipación, debido a lo cual algunas agencias de viajes atrajeron a turistas con tarifas bajas de 3.500 yuanes. Pero no bien iniciado el mes actual, estas tarifas con destino a Lhasa, Xigaze y el lago Nam Co por nueve días han subido a más de 5.000 yuanes, mientras los pasajes de tren de llegada y los de avión de vuelta han ascendido fluctuando entre 5.700 y 8.000 yuanes.

“En junio todavía se podía comprar pasaje de tren para Lhasa, pero ahora cuesta trabajo conseguir uno de Xining o Shanghai a Lhasa”, revela el responsable de una agencia de viajes al Tíbet de Shanghai, quien añade que los turistas individuales a duras penas pueden obtener ahora un pasaje de tren a esa ciudad, y los revendedores cobran la comisión hasta entre 300 y 400 yuanes, casi el equivalente al pasaje de Xining a Lhasa.

Debido a que muchos viajeros prefieren ir al Tíbet por tren y volver por avión, los pasajes de vuelo con salida en el aeropuerto de Lhasa también son muy solicitados. Por ejemplo, los de Lhasa a Chengdu y otras ciudades prácticamente se venden todos a precios completos y aún no cubren la demanda. Un hombre de cierta agencia de viajes calcula que la “hambruna de pasajes” durará hasta el mes de agosto, pero que para entonces los pasajes de tren Qinghai-Tíbet serán más inasequibles.

Limitar el tiempo de visita para aliviar la demanda de boletos

Aparte de los pasajes de tren y avión, los boletos de entrada al Palacio Potala también son un problema que aturden a los grupos de turistas. Días antes, la administración municipal de turismo de Lhasa confirmó que el Palacio Potala había limitado el tiempo de visita desde principios de este mes, o sea, cada grupo de turistas no podía demorar en él más de una hora. Pero los hombres del sector dudan de si esta medida ayudaría a aliviar la situación. Con todo, el Palacio Potala sigue persistiendo en no dejar entrar a más de 2.300 visitantes a diario, así que los boletos son contados.

Ya antes de que el Palacio Potala aplicara la restricción del tiempo de visita, el Monasterio Jokhang fijó, desde el mes de mayo, una hora de visita por grupo de turistas. Un hombre de la agencia de viajes Yaji de Shanghai dice que bastan 30 a 40 minutos para recorrer el Monasterio Jokhang y que la estipulación de 60 minutos no es gran cosa. Sin embargo, debido a que el Palacio Potala es mucho más grande, la restricción del tiempo necesitaría de la colaboración de los visitantes para tener éxito. Dicen que la restricción aplicada por este palacio es válida sólo para los meses de junio y agosto, temporada alta de turismo en el Tíbet, y que pasada esta época, quizá se vaya a flexibilizar.

(16/07/2007, spanish.china.org.cn)

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