Hace tres décadas, cuando Hong Kong aún se encontraba bajo la administración del Reino Unido, inglés y cantonés eran los idiomas más populares en esta metrópoli.
Fue durante aquella época cuando Cheung Dan, una académica lingüística de Beijing, estableció una escuela de mandarín en la ciudad para enseñar a los residentes locales el idioma oficial de la parte continental, cuya hispanización se lee "putonghua" (lengua común).
Ella creó la Escuela Vocacional de Mandarín de Hong Kong (EVM), con la creencia de que el idioma sería importante en Hong Kong y debía ser hablado por todos los chinos.
Al comienzo, Cheung usó su propia casa como sede, ya que tenía muy pocos estudiantes.
Sin embargo, la mayor dificultad la supuso el hecho de que sus esfuerzos por promover el mandarín levantaron las sospechas del gobierno de Hong Kong. "Creían que yo era una espía enviada por el gobierno de la parte continental", dijo Cheung, quien se trasladó a la ciudad a finales de los años 60.
Tras el retorno de Hong Kong a China en 1997, la escuela de Cheung se ha sido expandido con el siempre creciente número de alumnos. En la actualidad la EVM cuenta con ocho centros de enseñanza, aunque aún está lejos de satisfacer la ansiosa demanda de los habitantes de la isla.
"Es un gran contraste", celebró Cheung.
Los nuevos aprendices, la mayor parte de ellos empleados de oficina, hacen colas en la EVM para matricularse. "El ímpetu del mandarín, el creciente interés de los hongkoneses para aprenderlo, radica en la próspera economía de la parte continental y en sus crecientes vínculos comerciales con Hong Kong", explicó.
Durante los últimos 30 años, la EVM ha formado varias decenas de miles de estudiantes, entre los que se cuentan oficinistas y ejecutivos, miembros de diferentes organizaciones, así como alumnos y profesores de escuelas primarias y secundarias.
La EVM diseña "cursos sobre medidas" para sus clientes corporativos, entre los que figuran CLP Power, Jardine Group, PCCW, Citibank, Standard Chartered Bank, Morgan Stanley, hoteles de alta categoría, y diversos organismos gubernamentales de Hong Kong, entre otros.
Tras el retorno de la isla, con apoyo del gobierno de la ahora Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK), las escuelas locales empezaron a dar clases de mandarín, y de hecho éstas fueron establecidas como obligatorias.
El "putonghua" es cada vez más y más popular en Hong Kong. Los anuncios de clases y cursos completos se pueden ver por todas partes de la ciudad, incluyendo las estaciones del metro, revistas de moda, e incluso en los postes de alumbrado público.
(26/06/2007, Agencia de Xinhua)
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