Suzhou, ciudad con 2.500 años de
antigüedad, ubicada en el sur de la provincia oriental china de
Jiangsu, es todo un símbolo de la cultura Jiangnan, asentada en los
tramos finales del Yangtse, históricamente la zona más desarrollada
en el plano económico y cultural del país.
A 220 kilómetros al sudeste de
Nanjing, la capital provincial, y a unos 100 kilómetros al oeste de
la metrópoli económica de Shanghai, Suzhou se sitúa en pleno delta
del Yangtse. La multitud de ríos que penetran y despedazan el casco
antiguo de la ciudad y los 168 puentes trazados sobre ellos le han
supuesto a la ciudad el apelativo de "Venecia oriental".
Los ingentes recursos hídricos de la
zona y su ubicación en la vertiente oriental del lago Taihu, uno de
los mayores de China, permiten a la ciudad disfrutar de una
temperatura media anual de 16 grados y un importante grado de
humedad relativa.
Desde su fundación en el año 514
a.C., Suzhou no ha modificado apenas su fisonomía, expuesta en la
famosa Pintura del Río Pingjiang, de la dinastía Song (960-1279),
en la que las calles y ríos se extienden en paralelo de lado a
lado, y detallada en un verso yámbico de la dinastía Yuan
(1206-1368), que describe el paisaje idílico de "un pequeño puente
sobre el arroyo que fluye entre casitas".
Suzhou también es famosa por su
jardinería, tal y como reza un antiguo poema: los jardínes en el
sur del Yangtse son los más bellos del mundo, entre ellos los de
Suzhou son los mejores.
La ciudad cuenta con un total de 60
jardínes bajo protección pública. Combinando en un espacio cerrado
montículos de rocas y pequeños lagos; vegetación y arquitectura,
los jardínes de Suzhou son una representación perfecta de la
clásica jardinería china, caracterizada por su antigüedad, belleza,
finura, elegancia y presencia de la filosofía.
En 1997, los jardínes de Suzhou
fueron incluidos en el listado del Patrimonio Cultural de la
Humanidad de la UNESCO.
Como lugar de origen de la cultura
Wu, mayoritaria en las provincias de Jiangsu, Zhejiang y la
municipalidad de Shanghai, donde la mayor parte de la población
utiliza el dialecto Wu, Suzhou ocupa un lugar preponderante en la
historia cultural del país como cuna de algunos de los artistas y
literatos más prestigiosos de la historia.
El "Kunqu", la Ópera Kun, es otra de
las aportaciones de Suzhou a la cultura china. Interpretada en el
dialecto Wu, la Ópera Kun es famosa por su exquisitez y su rica
expresividad emocional mediante el canto y el baile,
características que le valieron en 2001 su integración en el
Patrimonio Intangible de la Humanidad de la UNESCO.
Debido a su cercanía geográfica a
Shanghai, la principal metrópoli económica de la parte continental
de China, cuenta con grandes ventajas para el desarrollo económico,
al ofrecer una plataforma a las empresas extranjeras con sede en
Shanghai que desean establecer bases de producción en la periferia
de ésta.
A día de hoy, Suzhou cuenta con
cerca de 50.000 taiwaneses en su territorio, en su mayor parte
implicados en las cerca de 3.000 empresas de inversión taiwanesa
asentadas en la ciudad. El parque industrial establecido mediante
cooperación con Singapur, otra prueba de la apertura económica de
Suzhou, ha logrado atraer a 53 de las 500 empresas más grandes del
mundo y una inversión total de 24.000 millones de dólares USA.
En 2005 el valor de las
exportaciones de Suzhou se elevó hasta los 72.775 millones dólares
USA, situándose como tercera potencia nacional tras Shanghai y
Shenzhen.
Suzhou, conocido como el "paraíso en
la tierra" en la antigua China, se ha convertido en un símbolo de
la apertura y reforma económica china, al figurar entre las diez
ciudades económicamente más potentes de China, con una población
urbana de "sólo" 2,2 millones de personas, cifra bastante modesta
en comparación con las megalópolis chinas.
(26/06/2006, Agenia de Xinhua)
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