Por Raúl Menchaca

LA HABANA, 11 ago (Xinhua) -- Cuba terminó en el quinto lugar en el medallero de los XVIII Juegos Panamericanos Lima 2019, una ubicación ligeramente por debajo de lo planificado por las autoridades deportivas de la isla.

Los cubanos, que llevaron una delegación de 420 deportistas, conquistaron 33 medallas de oro, 27 de plata y 38 de bronce en la cita multideportiva regional, clausurada en la tarde del domingo en la capital peruana.

Con esa cifra de preseas y la ubicación en el quinto puesto, la embajada deportiva antillana no pudo, como era su propósito expreso, superar la actuación en los anteriores Juegos de Toronto 2015, donde quedaron cuartos con 36 títulos, 27 segundos lugares y 34 terceros.

Autoridades deportivas de la isla habían dicho a la prensa local que Cuba tenía 44 atletas con opciones de ganar medallas de oro, 21 con posibilidades de plata y 101 posibles preseas de bronce.

El boxeo, que en la isla es llamada la nave insignia del deporte cubano, fue otra vez el mayor aportador de títulos con ocho de diez posibles, además de una plata y un bronce.

Cuba cerró su actuación en el boxeo panamericano conservando la titularidad por países en la disciplina en estos eventos multideportivos del continente, una primacía que ha mantenido ininterrumpidamente desde los Juegos de Winnipeg, Canadá, en 1967.

También relevante resultó el aporte del judo, que con la suma de hombres y mujeres acumuló cinco títulos, dos preseas de plata y otras cinco de bronce, un resultado que le valió para recuperar un dominio continental que no ostentaban desde Santo Domingo 2003.

Después de 15 años de secundar a Brasil, los judocas cubanos recobraron un dominio que ostentan otras cuatro veces en la historia de esas citas regionales.

Los luchadores cubanos también tuvieron una buena faena, con un aparte destacado para Mijaín López, quien conquistó su quinta corona panamericana en la modalidad grecorromana y se ratificó como un serio aspirante al cuarto título olímpico en Tokio 2020.

Además de López, los luchadores del estilo greco ganaron otros dos títulos y tres bronces, mientras que en la modalidad libre obtuvieron dos de oro, igual número de plata y seis terceros lugares.

El otro gran aportador a la causa cubana fue el atletismo con cinco de oro, dos de plata y dos de bronce.

La mayor sorpresa fue el triunfo en salto alto del casi desconocido Luis Zayas, quien superó la varilla por encima de los dos metros y 30 centímetros, alentado desde las gradas por el ya retirado Javier Sotomayor, quien aún ostenta el record mundial de la especialidad con 2.45 metros.

En el tiro, los cubanos sacaron cuatro títulos, dos segundos lugares y un tercero, además de lograr algunas clasificaciones para los venideros Juegos Olímpicos.

La delegación antillana logró otros títulos en canotaje, ciclismo, esgrima y remo, aunque en pelota vasca sus representantes llegaron a cinco finales y las perdieron todas, con lo que tuvieron que conformarse con igual número de medallas de plata.

Peor suerte corrieron los deportes colectivos, con pobres actuaciones en polo acuático, balonmano, hockey sobre césped y voleibol de playa y de sala, aunque en esta última modalidad los hombres sorprendieron con el subtítulo.

En un país donde el béisbol es el deporte nacional y casi una religión, lo más decepcionante fue la actuación de la escuadra nacional, que terminó en sexto lugar entre ocho contendientes, el peor resultado en la historia de la participación cubana en lides regionales.

El pálido desempeño de los cubanos no escapó a la crítica de la prensa y de la afición, que no perdonaron el poco brillo que demostraron los beisbolistas.

En general, Cuba, que había cedido terreno ante Estados Unidos, Canadá y Brasil en Toronto 2015, no logró los avances esperados y en Lima 2019 quedó por debajo de Estados Unidos, Brasil, México y Canadá, en ese orden. Fin