Grecia despidió hoy los XXVIII Juegos Olímpicos con una exuberante y espectacular ceremonia de clausura, que bajó la cortina a esta competencia deportiva, que devolvió los Juegos a sus orígenes y brindó tintes dramáticos hasta la última medalla de oro. El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, dijo en su discurso de clausura que estos fueron "unos inolvidables Juegos de ensueño". "Se celebraron en un ambiente de paz y hermandad. Fueron los Juegos donde se volvió casi imposible hacer trampa y en los cuales los atletas limpios fueron mejor protegidos", dijo Rogge, en clara referencia a los casos de dopaje. Mas de 20 atletas fueron expulsados de las Olimpíadas por rendir positivo a drogas o por romper las normas antidopaje. Una ceremonia lujosa y espléndida puso punto final a dos semanas de espectáculo deportivo pero, el espectro del dopaje, que acosó al evento desde el principio mismo cuando el héroe nacional griego Kostas Kenteris faltó a un análisis antidopaje del COI, lo persiguió hasta el final. A pesar de estos problemas, Rogge insistió en que los competidores honestos están ganando la batalla. "Estos fueron los Juegos en los que ustedes, los atletas, tocaron nuestros corazones con sus actuaciones, sus alegrías y sus tristezas. Rogge elogió también a los organizadores, que fueron criticados inmisericordemente por los costos en ascenso y los retrasos en las construcciones. Rogge terminó su discurso con los tradicionales comentarios de una clausura. "Declaro los XXVIII Juegos Olímpicos clausurados y hago un llamado a la juventud del mundo para que se reúna dentro de cuatro años en Beijing, para celebrar con nosotros los Juegos de la XXIX Olimpíada. Gracias, Atenas. Gracias, Grecia." La bandera olímpica fue entregada entonces a Wang Qishan, el alcalde de Pekín. Antes del discurso de clausura de Rogge, Gianna Angelopoulos- Daskalaki, funcionaria del comité organizador de los Juegos, dijo que la Olimpíadas de Atenas 2004 fueron un éxito. "Relatamos una hermosa historia que reconectó al movimiento olímpico con su historia y presentó una nueva Grecia al mundo", dijo la mujer, considerada aquí como la salvadora de los Juegos. "Una Grecia que, como nuestros atletas, sabe cómo triunfar. Cuando el mundo vio nuestras espectaculares sedes olímpicas, nuestras excelentes e impecables operaciones, el mundo descubrió a una nueva Grecia", dijo la funcionaria. Eran las 22:50 hora local en la capital griega cuando la llama olímpica se apagó en el pebetero diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava, con el simbólico soplo de una niña. Atenas 2004 terminó en una ceremonia en la que la tristeza no tuvo cabida y se celebró la alegría de un nuevo comienzo, el de los próximos Juegos Olímpicos de Beijing 2008. El estadio olímpico apareció decorado con un inmenso campo de trigo formado por más de 45,000 espigas en el que se representaba la comunión del cielo y de la tierra y vivió el desfile de la despedida de los abanderados de los 202 países que participaron en los Juegos. Después de que el alcalde de Beijing, Wang Qishan, recibió la bandera olímpica, la delegación china presentó un espectacular número musical, con un grupo de chicas coristas, luego otro de hombres y mujeres ejecutando ejercicios de artes marciales al compás de la música, para terminar con otro grupo que realizó vistosas maniobras con banderolas, mientras que en el pasarela superior desfilaban personajes con farolas de colores encendidas. La fiesta terminó con números musicales del repertorio internacional y la alegría de los atletas y el público que llenó el estadio. (30/08/2004) |