Los cimientos del fútbol colombiano volvieron a sacudirse en las últimas horas, tras las denuncias de supuestas amenazas de muerte por parte del presidente del Envigado a dos jugadores del Deportes Tolima, que junto con Medellín, son los dos únicos equipos clasificados a los cuadrangulares de fin de año.
De acuerdo con versiones del ex senador y mayor accionista del Tolima, Gabriel Camargo, los jugadores Gerardo Vallejo y Juan Carlos Ramírez recibieron amenazas provenientes del presidente en Envigado, Alejandro Hernández. Las amenazas se habrían producido antes del juego del fin de semana pasado en el que Tolima derrotó a Envigado, 1-0, en la penúltima jornada del torneo "todos contra todos".
La situación se presenta porque Envigado quiere alejarse lo más que pueda de la zona del descenso y debe ganar partidos para sumar puntos y salirse "de la zona peligrosa".
Tras las denuncias de Camargo, el presidente del Envigado desde Argentina negó cualquier tipo de vinculación con ese incidente y dijo que sus quejas las trasladará a los estrados judiciales pues no acepta que el nombre de su equipo y el suyo sean relacionados con una situación tan delicada.
Por su lado, los jugadores Gerardo Vallejo y Juan Carlos Ramírez dijeron a medios locales que ninguno había recibido las amenazas denunciadas por Camargo.
Sin embargo, el dirigente tolimense aseguró a radios locales que los jugadores niegan haber recibido las llamadas intimidatorias porque tienen temor de lo que pueda suceder a sus familias.
Como si no fuera poco con la situación de los dirigentes, el gerente de Envigado, Felipe Paniagua, indicó que su equipo además de tomar acciones legales contra Camargo, también lo hará contra el director técnico del Tolima, Hernán Torres, quien fue el que comenzó a ventilar la situación.
Además, agregó Paniagua, también llevará ante los jueces al presidente del Huila, Jorge Perdomo, pues también en declaraciones a diferentes medios dijo que la situación que vive Tolima no es nueva.
Explicó que en 2005, su equipo también recibió algunas llamadas amenazantes y que también coincidieron en que por esa época, Envigado también buscaba evitar la caída al descenso.
"Tomaremos las acciones legales contra Tolima y contra sus directivos, al igual que contra Huila, pues lo que se pretende no lo sabemos, pero en todo caso no aceptamos que se enlode la imagen del equipo", puntualizó Paniagua.
En los últimos cuatro años, jugadores y directivos de equipos que toman parte en el rentado colombiano han denunciado supuestas llamadas amenazantes, pero tras comenzar las investigaciones, no se llega a nada.
En otros equipos, como América, Millonarios, Santa Fe e incluso Nacional, varios jugadores han tenido que salir de sus equipos porque reciben amenazas de muerte bien por ganar un título o por perderlo.
Por su parte, el presidente de la DIMAYOR, Ramón Jesurún, dijo que la situación es compleja con las denuncias de supuestos llamados intimidatorios. "No permitiremos que se manche el fútbol o que se revivan hechos pasados", sentenció Jesurún.
El torneo colombiano ya se suspendió una vez, en 1989, cuando fue asesinado un árbitro por presuntos sicarios al servicio de los narcotraficantes de la época, que a través de sus generosas chequeras controlaban los movimientos de los equipos de fútbol de la Primera A y de otras formaciones. Fin