La selección española de baloncesto, actual campeona del mundo, venció hoy a China por 75-85 en un partido en el que llegó con 14 puntos de desventaja al último cuarto, y que logró resolver en la prórroga gracias a la gran actuación de Pau Gasol.
Los 29 puntos, y ninguna personal, del mayor de los hermanos Gasol, permitieron a España remontar un encuentro que se le había puesto muy feo gracias al gran partido de China, espoleada por su afición y comandada por su acierto en el tiro exterior.
El encuentro comenzó con un arreón de los españoles a través de Rudy Fernández, que logró dos triples y un mate que amenazaban con disparar a España en el marcador, y que obligó al lituano Jonas Kazlauskas, seleccionador de China, a pedir tiempo muerto para evitar males mayores.
El frenazo funcionó, y acto seguido Zhu Fangyu encestó de tres para levantar a la afición local. China comenzó a carburar en ese instante, y se fue al segundo cuarto con un pírrico 18-20 en contra.
En el segundo acto, España empezó a sufrir desde la primera jugada. Li Nan volvió a acertar de tres aupando a China en el marcador. Yao Ming le ganaba la partida a Marc Gasol, muy incómodo en su defensa.
A la presión española en toda la cancha, China respondió con una defensa correosa y un ataque perfecto desde el perímetro. Un nuevo triple, este de Sun Yue, y una nueva serie de fallos españoles dejaban a China con nueve puntos de ventaja al final del segundo parcial.
La reacción gestada en el descanso por Aito García Reneses apenas si funcionó en el tercer cuarto del duelo, donde China extremó su acierto desde la línea de tres puntos y con dos zarpazos de Zhu Fangyu y Liu Wei logró su máxima ventaja, de 15 puntos.
El ritmo rápido del partido favorecía al equipo chino, firme en defensa, y no permitía reaccionar a España, en la que Pau Gasol comenzó a tomar el mando con acciones individuales con las que mantuvo vivo a los suyos para el último cuarto, al que se llegó con 14 puntos de ventaja para los de Yao Ming.
Y ahí llegó la remontada española, espectacular. La defensa de Ricky Rubio y las canastas de Reyes y Pau obligaron a Kazlauskas a pedir un tiempo muerto. De poco sirvió porque España había comenzado a funcionar y los jugadores chinos, muy inocentes, no supieron frenar la remontada de los españoles, que hubiera sido imposible ante un equipo con más oficio.
Tras una exhibición española, "alley hoop" de Gasol incluido, un triple de la "Bomba" Navarro igualó el marcador y dio paso a un intercambio de golpes final en el que China primero, y España después, tuvieron el partido en sus manos.
Nadie acertó, se llegó a la prórroga y allí, partiendo de cero, y a cinco minutos, España hizo lo que se presuponía tenía que haber hecho desde el primer momento, ganar, algo que China, que hoy hizo soñar a los suyos, le ha puesto muy difícil.
En otro partido del mismo grupo, Grecia superó a Alemania por un cómodo 87-64.