Aunque China ha acumulado muchas medallas de oro en diferentes ediciones de los Juegos Olímpicos desde 1984, ningún deportista del país había ganado un oro en atletismo hasta que en los JJOO de Atenas 2004, un alto y delgado joven shanghainés escribió, con velocidad y habilidad, una nueva página en la historia deportiva china al subir a lo más alto del podio en una prueba de esa disciplina.

Su nombre es Liu Xiang. Desde cuando era niño, Liu se concentró en el salto alto, hasta que su escuela de deportes decidió cambiarlo a otra modalidad tras descubrir, gracias a un examen óseo, que no crecería lo suficiente como para llegar a ser un saltador de talla mundial.

Liu empezó a recibir el entrenamiento como corredor de vallas en 1998. Ya en 2002, rompió el récord mundial juvenil establecido por Ronald Nehemiah en la modalidad de los 110 metros vallas.

Al año siguiente, ganó una medalla de bronce en el Campeonato Mundial de Atletismo, convirtiéndose automáticamente en un serio contendiente de dicha modalidad en la Justa de 2004, aunque no se le consideraba como favorito.

Sin embargo, en la final, la técnica de Liu fue casi perfecta, ya que apenas si tocó la sexta valla y superó todas las demás limpiamente, igualando el récord mundial de 12.91 segundos, que obtuvo el británico Colin Jackson en Stuttgart en 1993. Fue tal vez la presea dorada más celebrada de esos Juegos en China, prácticamente no estaba en los cálculos de nadie. No obstante, sus hazañas no acabarían allí.

En 2006, Liu batió el récord mundial de los 110 metros vallas en la cita de Lausana, parte del Super Gran Prix de la IAAF (Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo). Su marca de 12.88 segundos superó en tres centésimas el anterior registro mundial, establecido por Colin Jackson.

El plusmarquista ha prometido defender su título en los Olímpicos de Beijing 2008. Sin duda no le faltará el apoyo de la hinchada local. Al convertirse en el primer chino en ganar una medalla olímpica en atletismo, ahora el nombre de Liu Xiang es uno de los más famosos y queridos en su país, junto con el de su coterráneo Yao Ming, estrella de los Rockets de Houston de la NBA estadounidense.

Liu aspira a conseguir más éxitos, y confía en seguir dominando la disciplina durante varios años.

"Ya he tomado la decisión, los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 no marcarán el final de mi carrera. Quiero correr en los siguientes, en Londres 2012, y continuar después de los 30 años para demostrar que no soy una estrella fugaz", sentenció el atleta, que cumplirá 25 años en julio.