Una niña de tan sólo 14 años se robó el corazón de todo el mundo en las Olimpíadas de Montreal 1976 al convertirse en la primera gimnasta en la historia olímpica en recibir una calificación perfecta de 10.0 puntos por su presentación, logro que complementó con su carisma y encanto.

Esa niña es Nadia Elena Comaneci. No solamente sus cinco medallas olímpicas la ubican como una de las más grandes atletas del siglo XX, por derecho propio se le cuenta entre las mejores gimnastas de todos los tiempos, si no la mejor.

Comaneci nació en Onesti, Rumania, el 12 de noviembre de 1961. El campanazo de alerta sobre lo que sería su hazaña olímpica lo dio en 1975, durante los Campeonatos Europeos en Skien, Noruega, donde obtuvo cuatro medallas de oro.

Sin embargo, 1976 fue definitivamente su mejor año. Triunfó en Nueva York, donde, además de obtener la victoria en la Copa América, se convirtió en la primera mujer en realizar el extremadamente difícil doble salto mortal de espaldas en la salida de su ejercicio en las barras asimétricas.

A los 14 años se consagró como un auténtico prodigio de la gimnasia y se convirtió en la estrella de los Olímpicos de Montreal, al obtener una puntuación perfecta de 10 en siete ocasiones por parte de los jueces.

Además, Comaneci ganó tres medallas de oro en las categorías de general individual, barra de equilibrio y paralelas asimétricas, una de plata en general por equipos, y una de bronce en ejercicios de suelo.

También estuvo presente en la Justa de Moscú en 1980, donde obtuvo dos nuevas medallas de oro en suelo y barra de equilibrio, además de ubicarse en el segundo puesto en la tabla general individual.

En 1984 se retiró de la competencia activa para convertirse en entrenadora del equipo rumano, y posteriormente del canadiense. En noviembre de 1989 desertó hacia Estados Unidos, y siete años más tarde contrajo matrimonio con el gimnasta Bart Conner, originario del país norteamericano.

Allí se dedicó a realizar viajes promocionales con equipos para gimnasia, ropa interior y lencería, equipamiento para aeróbicos, y vestidos de novia.

En 1999, Comaneci se convirtió en la segunda atleta invitada para hablar ante las Naciones Unidas. Desde aquella tribuna lanzó el 2000 como el "Año Internacional del Voluntariado".