Mi nombre es Nie Ying. Nie Shuai es mi hermano menor. Él nació en Zou, provincia de Shandong. Siendo niño, él sufrió de una distrofia muscular congénita, el cual le causó parálisis a los 10 años. A los 15 años, perdió la percepción sensorial en sus miembros medianos e inferiores. Fue también en ese año cuando empezó a aprender sobre el arte de papel recortado. Tres años más tarde, él comenzó a crear papel recortado con forma de Fuwa. Después de tres meses de dolor intenso, nacieron una serie de diseños inspiradas en los Fuwa. El 25 de marzo de este año, mi hermano se murió, dejando atrás su único deseo – presentar sus obras de arte al BOCOG.
Mi hermano, Nie Shuai, abandonó este mundo poco después de su decimonoveno cumpleaños. Siendo un adolescente con una grave discapacidad, apenas podía comer pipas con sus manos, pero sólo tardó tres meses en terminar 39 piezas de papel recortado de Fuwa. Entregar sus creaciones a los Juegos Olímpicos de Beijing se convirtió en su último sueño.
Cuando era pequeño mi hermano era un niño encantador. “Shuaishuai” es el apodo íntimo con el que mi familia le llamaba. Sin embargo, fue infligido con una distrofia muscular congénita. Cuando empezó la educación formal a los siete años, mi madre tuve que llevarle hasta allí en su espalda. A los diez años, Nie Shuai tuve que abandonar la escuela debido a su parálisis. Lo que es peor, perdió la percepción sensorial de sus miembros debajo de su pecho, a excepción de su muñeca y dedos. Mi familia invirtió mucho dinero para curar su enfermedad, por lo que estaban muy endeudados. Más aún, yo estaba estudiando en una universidad en Jinan, capital de la Provincia de Shandong. Nuestra madre, temiendo que él se sentiría solo, encontró papel colorido para que pudiese jugar con él. Poco a poco, él se interesó en el papel recortado. Los pequeños animales que cortó se parecían a los vivos.
El papel recortado trajo vigor a su vida y le relacionó con los Juegos Olímpicos de Beijing.
El 25 de enero, durante el decimoctavo cumpleaños de Shuaishuai, yo me bajé una serie de dibujos Fuwa y se los di como regalo de cumpleaños, ya que sabía que estaba ansioso por los Juegos Olímpicos de Beijing.
Inmediatamente, los Fuwa capturaron su atención. Tras jugar con ellos en sus manos durante un momento, él me preguntó, “Hermana, ¿qué tal si los convierto en papeles recortados?”
Al día siguiente, él comenzó con un sencillo dibujo de “Fuwa jugando al béisbol”. El recorte de papel, relativamente simple para gente normal, es muy difícil para una persona minusválida como él. Como él no podía mover su brazo, pidió a su madre a colocar un pequeño tablón entre su silla de ruedas para aguantar su brazo, así como una pequeña mesa delante para apoyar su muñeca.
De esta forma, Shuaishuai cortó sus diseños poco a poco. Para un simple papel recortado como el “Fuwa jugando al béisbol”, una persona normal lo podría terminar en unos pocos minutos, mientras que él tardó dos días. Cuando llegó a su sexto diseño, él me preguntó, “Hermana, ¿puede terminarlo? ¿O debería de rendirme?” Al oír esto, lágrimas brotaron de mis ojos.
“Aún falta mucho para la ceremonia de apertura. No te preocupes. Lo conseguirás,” le animé.
“En invierno, la temperatura en nuestro apartamento era de tres o cuatro grados centígrados, ya que el sistema de calefacción no funciona bien. Las manos de Shuaishuai estaban congeladas, pero él siguió cortando, nunca se quejó. A veces, el dolor era tan fuerte que sus manos dormidas no podían sostener las tijeras. Una vez tras otra, las tijeras se cayeron de sus manos y se rompieron al chocar contra el suelo; durante todo el invierno, más de diez tijeras se rompieron. Al ver esto, tanto mamá como yo no le molestamos, aunque las lágrimas brotaban de nuestros ojos. Ya que el papel recortado Fuwa era su sueño, lo único que podíamos hacer era colocar una bolsa de agua caliente bajo su brazo para aliviar su dolor.
“Shuaishuai diseñó una herramienta especial para realizar papel recortado pese a sus manos sin fuerzas. Él pidió a mamá bisecar una cuchilla, una sección del cual estaba atado a un palillo. Después, él mantuvo el palillo en su boca y cortó el diseño. Algunos tipos de papel eran difíciles de agujerear. Mamá le trajo algo de espuma de plástico, el cual puso debajo del papel para facilitar el corte del papel.
Pasaron tres meses cuando terminó su último papel recortado.
Durante ese tiempo, la reserva de entradas para los Juegos había comenzado. Mi hermano encontró el formulario de solicitud en el Internet, pero apagó el ordenador inmediatamente. Eso me extrañó. “¿Por qué no reservar una entrada?” pregunté.
“No. Incluso si reservo una, no puedo ir,” respondió. “No obstante, ¿ podría enviar mis papeles recortados al Comité Organizador para los Juegos Olímpicos de Beijing?” añadió él, con sus ojos fijos en los papeles recortados. “Claro que sí”, aseguré yo.
Él quería enmarcar sus obras antes de enviarlas a Beijing, por lo que le llevé a la mejor tienda de enmarcación que conocí. Sin embargo, el dueño nos comentó que eran demasiado finas para enmarcar, por lo que tuvimos que cerrarlas en un estudio fotográfico. No obstante, esto costó mucho dinero. “¿Y si vendiésemos nuestros recortes de papel en la calle?” sugirió Shuaishuai.
Durante esas vacaciones de verano, establecimos un puesto y vendimos sus papeles recortados en una plaza cercana. Cada día ganamos un poco de dinero, y después de vender 100 papeles recortados, ahorramos lo suficiente para cerrar los recortes de papel Fuwa.
En la tarde del 25 de marzo, Shuaishuai, quien entonces sufría de un resfriado, no se encontraba bien. Le llevamos al mejor hospital en la ciudad. Habían tantos pacientes que no pudimos encontrar a un doctor que atendiese a mi hermano. De repente, mi hermano le comentó a mi madre, “Estoy un poco cansado.” Mamá le sostuvo e intentó que descansase contra el respaldo de la silla de ruedas. Repentinamente, su cabeza se cayó. “¡Shuaishuai!¡Shuaishuai...!”gritó mi madre.
Silencio.
Mi hermano no volvió a abrir sus ojos. Enviar sus papeles recortados Fuwa a Beijing fue su deseo no hecho realidad.
Durante meses, varios amigos del Internet estaban muy preocupados sobre Shuaishuai y sus papeles recortados. Mis padres también querían cumplir su deseo. Ocurre que un amigo del Internet en Beijing ofreció ayudarnos a contactar con el BOCOG. Poco después de las vacaciones de mayo, mi madre y yo iremos a Beijing con los papeles recortados de mi hermano con la esperanza de poder materializar su deseo. Creo que él nos desearía buena suerte y un gran éxito a los Juegos Olímpicos de Beijing.