La Radio Internacional de China ( CRI, siglas en inglés), emisora de radiodifusión pública en lenguas extranjeras, ha recibido un gran número de reacciones por parte de su audiencia global tras retransmitir las noticias sobre los disturbios ocurridos el 14 de marzo en Lhasa.
Desde mediados de marzo, la CRI ha recibido decenas de miles de cartas, correos electrónicos, llamadas telefónicas y una gran cantidad de respuestas a su editor, y en la mayoría de ellas se afirma que los disturbios en Lhasa y sus consecuencias no perturbarán los Juegos Olímpicos de Beijing en agosto.
Dmitrij Tychinin,un oyente ruso, manifestó que el gobierno chino tiene todo el derecho de combatir la violencia que amenaza la estabilidad del Estado, a diferencia de lo que afirmaban los medios occidentales.
Tychinin consideró que los disturbios bien planeados en Lhasa, así como las manifestaciones organizadas en otros lugares, tenían el propósito de sabotear los Juegos. Sin embargo, los resultados mostraron que el gobierno chino es capaz de garantizar la seguridad y que las Olimpiadas no se verán afectadas.
Un cibernauta de nacionalidad japonesa, Hishida Hiroshi, escribió en un correo electrónico dirigido a la citada emisora que muchos japoneses no pueden entender la complicada situación de los asuntos étnicos en China porque Japón tiene sólo una minoría étnica pero China tiene 55.
Ninguna organización o inidividuo debe utilizar métodos ilegales para perjudicar la celebración de la cita deportiva, según el japonés.
Zhang Xiaobei, presidente ejecutivo del rotativo en chino "The European Times", con sede en Francia, indicó que resulta ridículo vincular la cuestión del Tíbet con el evento deportivo. Cualquier persona que valore la paz en el mundo y el espíritu olímpico apoyará y respetará el relevo de la antorcha olímpica, destacó.
Otro oyente de la India llamado Jayanta Chakrabarty sostuvo en su carta que, siendo un admirador de China, está muy preocupado por los disturbios en Lhasa, y subrayó que es innegable que el Tíbet es parte de China.
Asimismo, elogió los esfuerzos realizados por el gobierno chino para mejorar las condiciones de vida de los tibetanos y ofrecer mayores incentivos para el desarrollo económico de la región.
Las actividades separatistas no sólo obstaculizarían el trabajo del gobierno chino por lograr un mayor desarrollo del Tíbet sino que también perjudicarían al pueblo tibetano, señaló el ciudadano indio.
Oyentes de 142 países y regiones condenaron los hechos violentos del 14 de marzo en Lhasa y las informaciones tergiversadas que ofrecieron ciertos medios de comunicación occidentales sobre los incidentes.
"Las acciones violentas como golpizas, destrozos, saqueos, incendios y asesinatos no están permitidas de acuerdo con la doctrina del budismo", indicó el cibernauta mongol Bilig en un mensaje en la página web de la CRI. "Estos hechos pusieron de manifiesto que el Dalai Lama no tiene un corazón de bondad y compasión".
El radioyente marroquí Amali Omar agregó haber hablado acerca de los disturbios de Lhasa con sus amigos recientemente, y señaló que todos coincidían en que lo ocurrido constituía "una violación grave de los derechos humanos de todos los grupos étnicos que viven en el Tíbet".
Omar dijo que el concepto de "no violencia" por el que aboga el Dalai Lama fue destrozado a la vista de los hechos violentos que condujeron a la muerte de ciudadanos inocentes en Lhasa.
Un oyente iraní que se indentificó como Hasan afirmó que la " tergiversación de informaciones sobre los disturbios en Lhasa por parte de ciertos medios occidentales supuso una violación del principio de precisión informativa en la redacción de noticias".
"Creo que la cobertura informativa de los medios chinos sobre el Tíbet es imparcial y justa. Aquellos medios occidentales que transmitieron noticias falsas perjudicaron sus propias imágenes", según un oyente de Myanmar.
"Apoyo la posición del gobierno chino ante los incidentes del 14 de marzo, y creo que resulta adecuado que China tome medidas para controlar la situación", subrayó Jameel Amir, de Pakistán. Fin