spanish.china.org.cn | 02. 08. 2022 | Editor:Eva Yu | Texto |
Festival Qixi, una fiesta tradicional llena de romanticismo
El Festival Qixi, que cae el séptimo día del séptimo mes del calendario lunar, es una fiesta tradicional llena de romanticismo. Normalmente se celebra en el mes de agosto del calendario gregoriano.
Esta fiesta se festeja a mediados de verano cuando la hierba y los árboles tienen un verde intenso. Por la noche cuando el cielo está lleno de estrellas, la gente contempla la Vía Láctea que se extiende de norte a sur. En cada uno de sus extremos hay un par de estrellas brillantes: Niulang o el Pastor de vacas” y Zhinu o el “Hada de los Tejidos”, y sobre ellos existe una bonita historia que se ha transmitido de generación en generación.
Hace mucho tiempo, había un hombre muy honesto y bueno que se llamaba Niulang. Sus padres murieron cuando era sólo un niño. Más tarde, su cuñada lo echó de casa y tuvo que ganarse la vida criando animales y cultivando la tierra. Un día, una hada del cielo, Zhinu, se enamoró de él, por lo que vino secretamente a la tierra y se casó con él. Llevaron una vida feliz y tuvieron un hijo y una hija. Desgraciadamente, el Dios del Cielo descubrió lo que había sucedido y ordenó a la Reina Madre de los Cielos del Oeste que trajera de vuelta a la doncella.
Con la ayuda del ganado celestial, el pastor voló al cielo con su hijo y su hija. Cuando estaba a punto de reunirse con su mujer, la Reina Madre se sacó una de sus horquillas de oro y creó un rayo que separó para siempre a la pareja. Sin embargo, su lealtad impresionó a las urracas que construyeron un puente para que pudieran cruzar el rayo y reunirse una vez más. A partir de entonces, la Reina Madre les permitió reunirse el día siete del séptimo mes lunar. Por lo que el día de su encuentro se llama“Qixi”o Doble Siete.
El origen de la fiesta se remonta a la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.). Documentos históricos de la dinastía Jin Oriental (371-471 a.C.) mencionan la fiesta, mientras que registros de la dinastía Tang (618-907) hablan de un gran banquete que el emperador Taizong celebró con sus concubinas con motivo de la fiesta.
Hoy en día, aún se pueden ver estas costumbres en las áreas rurales, pero en las ciudades la tradición prácticamente ha desaparecido. Sin embargo, la leyenda se ha arraigado en los corazones de la gente. En los últimos años, en especial los jóvenes urbanos lo celebran igual al día de San Valentín. Como resultado, los comercios se llenan de productos alusivos a la alegría y el amor.