spanish.china.org.cn | 01. 06. 2022 | Editor:Eva Yu Texto

​Un niño bicultural al que le encanta el curry y el pollo Gongbao

Palabras clave: niño bicultural

Yevin Lokuhitige (al frente) con su familia durante su participación en un evento organizado por la Embajada de Sri Lanka en China en abril de 2022.

 

Desde muy pequeñito habla inglés y chino con fluidez; tiene una debilidad por el curry y por el pollo Gongbao. Con motivo del Día del Niño, Yevin Lokuhitige, un niño mitad chino y mitad esrilanqués que está a punto de comenzar la educación primaria, detalla cómo es China a sus ojos en una entrevista con china.org.cn. 

Yevin Lokuhitige ya ha cumplido los seis años. Su mamá es de China y su papá de Sri Lanka. No obstante, lleva la cultura de Beijing hasta en el tuétano: nació en la capital, donde ha crecido, y habla chino mandarín con fluidez. Habla en chino con su mamá, su hermanito y con los amigos del jardín de niños, además de que domina el alfabeto chino pinyin. Solo cuando está con su padre recurre al idioma inglés.

En estos años, la riqueza y colorido de cada una de las fiestas tradicionales han dejado en Yevin Lokuhitige una profunda impresión. Aunque de todas, la que más le gusta es “la Fiesta de la Primavera”. “Cuando celebramos el Año Nuevo Chino, las personas mayores me dan sobres rojos con dinero. Y con ese dinero puedo comprar todos los juguetes que yo quiero”, explica Yevin Lokuhitige con gran alegría. Y al hablar de la gastronomía, este niño bicultural no duda en afirmar que, al igual que su papá, “tiene un estómago ceilanés”. Le gustan las platos con curry, aunque el plato que más disfruta es el pollo Gongbao y las albóndigas de harina dulces. Hay otros bocadillos que simplemente no puede olvidar, como un lugar junto al río a donde sus familiares lo llevaron a comer brochetas asadas. Yevin Lokuhitige alberga un sueño: “cuando crezca, quiero ser cocinero y quiero agasajar a todo el mundo con grandes festines. Invitaré a todos mis amigos para que prueben la fusión de la comida china y srilanquesa. 

Kavisha Lokuhitige, padre de este pequeño, llegó en 2009 a China para hacer negocios. Asegura que la vida comunitaria de Beijing es muy agradable y que las condiciones de la educación son excelentes, y por ello dice que dejará que su hijo continue recibiendo su educación en China. “Lo más importante es que China es un país muy seguro, podemos vivir y emprender negocios aquí con toda tranquilidad”. 

En septiembre de este año, Yevin Lokuhitige comenzará la educación primaria. Por esta razón, su padre ha hecho algunas pesquisas para conocer más sobre la educación básica de China. Explica que las escuelas primeras de su país solo tienen clases por la mañana, y que después del colegio la actividad principal de los niños es el juego y que rara vez toman tutorías extracurriculares. Dice que, por el contrario, las escuelas y los maestros en China conceden gran importancia al aprendizaje de los niños. Y por lo que ha visto hasta ahora, en los últimos años los padres de familia chinos están prestando más atención en cultivar las pasiones de los niños. Actualmente, Yevin Lokuhitige participa en una clase de hip-hop a la que va una vez por semana. Considera que su pequeño, al emprender estudios en China, pude adquirir un desarrollo integral y que al mismo tiempo puede vivir una infancia plena de felicidad.

 



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