Jefa de grupo en Shanghai: Momentos conmovedores en tiempos de pandemia

En marzo del 2022, Shanghai devino el epicentro de una nueva ola de COVID-19. Debido a las medidas de prevención y control, los insumos básicos se vieron gravemente afectados. Ante la adversidad, un grupo de personas se ofrecieron a ayudar a los vecinos con el abastecimiento de alimentos y productos básicos. Ellos son conocidos como “jefes de grupo”. Conozcamos la historia de Li Yuting.

Li reside en Huangpu Xinyuan, un gran condominio de más de 4000 habitantes. Desde el inicio del brote, Li no ha tenido tiempo libre. A mediados de marzo, comenzó a contactar productores cercanos para el envío de alimentos a sus vecinos. Al principio, dejaban una docena de kilos en la entrada del complejo y Li los repartía con un carrito. Al empeorar la situación, más personas se sumaron a las compras grupales, ahora de una gran variedad de productos. Li es una de las “jefas de grupo” y coordinadora general de compras del edificio. Tiene a su cargo 20 grupos, algunos de ellos con más de 500 integrantes.

“En nuestro complejo, cada uno de los jefes tiene una especialidad y hace todo lo posible para comunicarse con fábricas de alimentos y productores de verduras, asegurar que sean frescos y que los precios sean competitivos”. Li dijo que los jefes de grupo lidian con una gran cantidad de información todos los días, contacto con proveedores, resolución de dudas de los residentes y servicios posventa, a fin de satisfacer las necesidades de cada vez más personas.

Desde el primero de abril, todos los edificios de Huangpu Xinyuan han adoptado la administración cerrada y sus residentes no pueden salir. Por lo tanto, el reparto de víveres está a cargo de los funcionarios administrativos. Debido a la falta de personal, Li debe coordinar con otros jefes de grupo sobre las compras y el horario de entrega todos los días para evitar la falta del servicio. Además, debe organizar, publicar y actualizar información relativa a las compras y los pedidos. La carga laboral es titánica. 

Formularios hechos por Li Yuting (Foto proporcionada por la entrevistada)

Li duerme solo de 3 a 4 horas al día. Como madre de un niño de 6 años, “en general, cuando él se acuesta a las 9 de la noche, comienzo a ordenar la información, hacer formularios y revisar los ingresos. Casi todos los días, trabajo hasta las 2 o 3 de la madrugada antes de ir a la cama y al día siguiente me levanto a las 6 o 7 para recibir los alimentos”.

Li sostuvo que la mitad de los residentes de su condominio son de la tercera edad, con una edad máxima que supera los 100 años. La oficina vecinal lleva la comida y provisiones básicas periódicamente a los mayores que no tienen familia, pero la variedad es limitada. Los jefes de grupo deben prestar mayor atención a este segmento a la hora de hacer las compras. “Como a ellos les cuesta usar el celular, al inicio íbamos a sus casas y anotábamos sus pedidos. Ahora, aunque no podemos salir, los llamamos por teléfono y a veces les regalamos reservas a los que viven solos”.

Al parecer, a Li no le preocupa el cansancio o el trabajo duro. Manifestó sentirse afortunada porque los vecinos se llevan bien, entienden y reconocen su labor. En ocasiones, cuando algunos se muestran insatisfechos con la organización o los productos de las compras, otros asumen la defensa de los jefes de grupo. “Todos nosotros trabajamos voluntariamente. A veces, cuando se pierde algún producto, pagamos la diferencia”. Li acotó que por eso muchos vecinos han expresado su agradecimiento en los grupos de mensajes. La apodan “la buena vecina de China” y dicen: “¡Qué solidario es nuestro condominio!”. Hay quienes insisten en ofrecerle frutas y verduras como agradecimiento. Esto la conmueve y le da fuerzas para seguir ayudando.

Su familia la respalda plenamente en su tarea. “Cuando estoy muy ocupada, no puedo acompañar a mi hijo a dormir, pero él me entiende, porque sabe que su mamá está haciendo algo bueno para ayudar a la gente. Quiero darle un ejemplo con mis acciones. Espero que él sea solidario en el futuro”, apuntó. 

Reparto de víveres (Foto proporcionada por la entrevistada)