spanish.china.org.cn | 22. 04. 2022 | Editor:Teresa Zheng Texto

El futuro de Asia es el foco del Foro de Boao a consecuencia de la crisis en Ucrania

Palabras clave: Foro de Boao, Asia, cooperación

La conferencia anual de este año del Foro de Boao para Asia (BFA, por sus siglas en inglés) comenzó el miércoles en Boao, en la meridional provincia insular china de Hainan, en donde líderes políticos y empresariales de Asia y de otros continentes se reúnen para discutir una agenda de desarrollo posterior a la pandemia que sea conveniente para Asia y para el mundo.

Es una oportunidad crucialmente importante para países regionales que buscan reafirmar el compromiso por un desarrollo pacífico y una cooperación de beneficio compartido, toda vez que Estados Unidos y algunos de sus aliados están creando crecientes riesgos geopolíticos y económicos en la región.

Hoy en día, el conflicto entre Rusia y Ucrania, la inflación rampante, la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos y otros factores presentan conjuntamente serios riesgos al crecimiento económico de las economías emergentes en el continente asiático.  

Por otro lado, el entorno de deterioro geopolítico ha atestiguado impactos negativos en la cooperación regional. En particular, la contención estratégica de China desplegada por Estados Unidos ha asestado ya un golpe a las cadenas industriales de Asia, y ello ha puesto bajo una mayor incertidumbre el desarrollo de la región.

Asia es la región del mundo con mayor dinamismo y complejidad en donde varios intereses y contradicciones se traslapan. Para que la región solucione temas geopolíticos y económicos complicados y para que cimiente el camino rumbo al desarrollo y la cooperación, la clave descansa en si los países de Asia pueden acrecentar elementos positivos y constructivos para evitar la incubación de factores negativos.

Al echar una mirada a cómo el conflicto entre Rusia y Ucrania ha sumido a Europa y a otros continentes en el caos, el único camino que hay por delante es el desarrollo pacífico. Hay un consenso creciente entre los países de Asia de que el desarrollo de la región no puede seguir el camino de Europa ni caer en trampas y conflictos estructurales de las así llamadas amenazas a la seguridad, exacerbadas por Washington y por algunos de sus aliados.

Lo que Asia necesita es encontrar un modelo de desarrollo que pueda responder a las necesidades de paz, de cooperación y que ofrezca resultados de beneficio compartido. Para encontrar un camino así, es necesario que la región deseche las influencias de fuerzas externas que intentan hacer uso de temas existentes de la región, conflictos históricos y de seguridad, para así crear tensiones.

No es ningún secreto que los Estados Unidos no se cansan nunca de instigar malos entendidos, confrontaciones e inseguridades en Asia, con el fin de arrastrar a la región por el mismo camino que Europa y materializar así sus propios intereses estratégicos, a saber, sacar ventaja del conflicto y del caos. Los países de Asia deben estar al acecho de estos estratagemas geopolíticos maliciosos.

En las últimas décadas, el futuro del desarrollo de los países de Asia nunca había estado tan estrechamente vinculado, con mecanismos tales con la Conferencia de Interacción y Construcción de Medidas de Confianza y la Organización de Cooperación de Shanghai, los cuales funcionan como intentos beneficiosos para salvaguardar la seguridad y estabilidad regionales.

En el plano comercial, los países de Asia han estado promoviendo firmemente la integración regional, con varios acuerdos comerciales multilaterales, incluidos la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés). La mejora constante de estos mecanismos ofrece un entorno estable para el desarrollo económico de las cadenas industriales asiáticas y sienta un cimiento importante para el desarrollo estable de toda la región.

Al beneficiarse del entorno general del desarrollo pacífico, los países de Asia podrían compartir su responsabilidad de promover y mantener vigorosamente la estabilidad regionales. Por ello, es de esperarse que en el BFA de Hainan, todas las partes puedan una vez más construir consensos cuando se trata de fortalecer la cooperación regional y de superar conjuntamente los retos que hay presentes.

China, como la economía más grande de la región, se ha convertido en una voz líder de la promoción de esfuerzos conjuntos para superar los riesgos geopolíticos y para ampliar los intereses compartidos en Asia. Asimismo, ha contribuido activamente para la consecución de la integración económica y comercial regional a través de medidas concretas que abren aún más su enorme mercado a empresas y productos tanto de Asia como del resto del mundo. China es también un aguerrido defensor del libre comercio y del multilateralismo, y de cara a las corrientes opositoras a la globalización y a los vaivenes generados por la pandemia, las naciones asiáticas deben trabajar codo con codo con China para garantizar un futuro brillante para Asia.


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