spanish.china.org.cn | 12. 11. 2021 | Editor:Teresa Zheng | Texto |
El XIX Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) concluyó su sexta sesión plenaria el jueves con la revisión de una agencia relevante y la adopción de una resolución histórica sobre los principales logros y experiencias históricas a lo largo de 100 años de arduo trabajo del Partido. China atraviesa por un período crítico de revitalización. Afortunadamente, el PCCh ha estado presente por 100 años, ha resistido dificultades y obstáculos, ha cosechado frutos paso a paso y ha acumulado una experiencia muy rica. El resumen de tal empresa promoverá en estos momentos su sobriedad y confianza, servirá de inspiración al pueblo y será vital para cumplir con su gran misión en la nueva era.
El desarrollo de China, liderada por el PCCh, puede catalogarse de milagro, y es un suceso único en el mundo. Nadie puede enseñarle cómo combinar el marxismo con las prácticas chinas. La formación y extensión del camino de China es una épica creación original en la historia política humana.
Hoy en día, China enfrenta una coyuntura sin parangón. En el pasado, el principal campo de batalla de la revolución y la construcción fue en territorio chino. Hubo fricciones y luchas con fuerzas externas, pero China fue la arena del Partido y del pueblo. En ese entonces, sus intereses difícilmente podían llegar lejos, e incluso si hubiera sido posible, habrían sido detenidos sin llegar a profundizarlos. No obstante, desde el XVIII Congreso Nacional del PCCh, la situación ha cambiado de a pocos pero sustancialmente.
El crecimiento del poder nacional ha puesto al país en el centro del escenario mundial, cruzando el punto de inflexión donde China habría evitado los principales conflictos de poder. Estados Unidos ha definido a China como su mayor competidor estratégico, hecho que ha remodelado en esencia la estrategia de China. Las transformaciones que vinieron reescribieron el marco de muchas misiones chinas y han incrementado los nuevos riesgos a encarar.
En el pasado, el PCCh guiaba a los chinos en el logro de los tradicionalmente llamado victoria y progreso nacional; ahora, los lidera entre las mayores tormentas del mundo, el asedio poderoso e integral de Estados Unidos y sus aliados. Debe velar por sus derechos de desarrollo a escala global, impulsar el más complicado equilibrio de intereses y fomentar la construcción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad. Esta no es solo una continuación del mayor sueño del siglo del pueblo chino, sino un nuevo compromiso.
Es por eso que el PCCh debe reforzar su estudio, continuar con la innovación, adaptarse a los rápidos cambios en un contexto en el que China lucha por seguir su camino y prepararse para una misión superior. De lo contrario, surgirá un peligroso déficit político.
Afortunadamente, después de su XVIII Congreso Nacional, el Partido tomó raudas medidas para superar los nuevos desafíos. En la práctica, conformó un núcleo sólido con el camarada Xi Jinping y fortaleció su columna vertebral y el del pueblo. Su capacidad de liderazgo político para guiar a través de la teoría, organizar a la gente e inspirarla ha ganado fortaleza. La presión estratégica externa que enfrenta el país no tiene comparación desde la reforma y apertura. Sin embargo, su tranquilidad de gestión y el evidente efecto de la lucha es igualmente excepcional. Este es un balance dinámico sólido.
En retrospectiva, hay mayor claridad. La experiencia y la fuerza aprendidas a lo largo de la historia también avanzan a la par con la causa. Tal vez solo el PCCh pueda llevar a un país de relevancia al centro de atención en unas pocas décadas, y solo él liderar al pueblo a defender esta posición y darle nuevo significado.
El PCCh cumplirá su misión y su Comité Central con el camarada Xi Jinping como núcleo seguirá mostrando un extraordinario grado de liderazgo y capacidad para controlar los retos. Guiará a los chinos en esta prueba sin precedentes en la historia china a través del escenario mundial, y realizará aportes únicos en aras de la modernización social de la humanidad y la resolución fundamental del dilema geopolítico del auge de grandes potencias.