Expo lleva la cálida brisa de la apertura al mundo

Estatua de Jinbao, mascota de la Exposición Internacional de Importación de China en Shanghai.

El hecho que el 80 % de las 500 empresas líderes en el mundo y los principales exponentes en diversos sectores, participantes en ediciones anteriores, vuelvan a la IV Exposición Internacional de Importación de China en Shanghai, inaugurada el miércoles, es una muestra de su gran relevancia.

Casi 3000 firmas de 127 países y regiones, 3 organizaciones internacionales y 58 naciones forman parte de la feria de 5 días, la única de su tipo en el mundo, un voto de confianza no solo al potencial del mercado chino, sino también a las perspectivas de la economía mundial. La exhibición, una demostración clara que la circulación doméstica como pilar no equivale a un desarrollo a puertas cerradas, es además un refuerzo a la recuperación global pospandemia.

La presencia de tantas compañías de diversos países y regiones, y en particular de jugadores clave en los seis rubros principales de la muestra - Productos alimenticios y agrícolas, automóviles, equipos, bienes de consumo, aparatos médicos y medicamentos, y servicios, así como la asistencia de 58 países, es una estocada al intento de los políticos estadounidenses de amenazar al mundo y convencerlo de no tratar con China.

Como refuerzo, recientes informes de las Cámaras de Comercio de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón indican que casi dos tercios de las firmas del primero, el 59 % de las del segundo y el 36,6 % del tercero planean incluso ampliar su inversión en el gigante asiático.

China cuenta con una clase media de más de 400 millones de personas y se prevé que cientos de millones se unan al grupo dado el desarrollo nacional de alta calidad.

Es su apertura y sus oportunidades de mercado los que han hecho de la expo un imán. En su discurso inaugural por video, el presidente chino Xi Jinping reiteró que la "apertura es el sello de la China contemporánea".

Considerando la nueva ola de desarrollo nacional tras su adhesión a la Organización Mundial del Comercio hace 20 años y que su continua apertura desde entonces resultó en un nuevo impulso para la economía mundial, el mandatario subrayó que el país sigue empeñado en abrir aún más sus puertas a un nivel más alto y compartir el potencial de sus avances con el mundo.

Comparando el proceso con una cálida brisa de primavera que puede cubrir diversas partes del mundo, Xi alertó sobre una disminución en la apertura y el debilitamiento del consenso en tal sentido, por lo que exhortó a los países a unirse: "Para que un barco navegue río arriba, debe seguir adelante o ser impulsado hacia atrás". China por su parte está determinada en trabajar con todos los países por el bien común.