spanish.china.org.cn | 02. 11. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Shanghai establece modelo de rápida gestión en Disney

Palabras clave: Shanghai, Disney, gestión

Una persona camina por la estación de Disney Shanghai el 1 de noviembre de 2021.


Shanghai Disney volvió a los titulares nacionales el lunes por la mañana, no por su emocionante programa de Halloween o espectáculos y desfiles, sino por la notable respuesta de Shanghai ante la epidemia frente a una repentina solicitud de descartes masivos. La célere reacción de la ciudad resalta la "rapidez de China" en el manejo de riesgos vinculados a la COVID-19, cuando todavía muchas partes del mundo luchan con el control de casos.

En pocas horas, más de 33 000 personas en el parque completaron sus descartes y después de solo una noche, todos los resultados salieron negativos. Los últimos datos mostraron que las pruebas de más de 66 000 personas relacionadas con #DisneyResort en #Shanghai fueron negativas.

Los expertos atribuyeron lo logrado a un mecanismo antiepidémico sólido y preciso en China que permite rastrear y frenar la enfermedad, mientras se garantiza la no perturbación en la vida y el trabajo de la gente.

Shanghai Disney cerró temporalmente el domingo, después de informarse la visita de un caso de la provincia oriental vecina de Zhejiang al parque.

Acto seguido, se solicitó a los 33 863 turistas y personal en el recinto someterse a descartes antes de abandonar el lugar.

"Al principio, no creíamos que la prueba de COVID-19 inmediata fuera posible ya que había bastante gente en Disneyland", dijo un visitante. "Pero cuando todos empezaron a alinearse frente a los puntos de muestra de forma tranquila y ordenada, nos dimos cuenta de que podíamos confiar en la gestión de la ciudad".

Los resultados de las 33 863 personas salieron negativos el lunes por la mañana, así como las de otras 920 muestras tomadas del entorno. El parque también paso por un proceso de desinfección, de acuerdo con un aviso del Grupo de Control y Prevención Epidémica de Shanghai.

El video de trabajadores médicos recogiendo muestras con espléndidos fuegos artificiales de fondo conmovió a millones de internautas.

"El Halloween de este año no tiene fantasmas ni dioses, no hay superhéroes que salvan a la galaxia; una organización ordenada de la ciudad es nuestro escudo dorado", dijo uno de ellos.

El lunes no hubo ingreso de gente al resort. Guardias de seguridad custodiaban la entrada y revisaban los códigos de salud del personal. Uno de ellos declaró que entró al parque por segunda vez para dejar su muestra.

La estación de Disney Resort reabrió el lunes tras un día sin operar. Sin embargo, pocos pasajeros circularon por ella en marcado contraste con otras jornadas. Cafeterías y tiendas permanecían clausuradas.

Wang Guangfa, experto en enfermedades respiratorias del Primer Hospital de la Universidad de Beijing, manifestó el lunes que el método de Shanghai reflejó el sistema nacional de detección, control y contención de grupos de riesgos a fin de evitar una mayor propagación del virus de una manera más rentable.

El país empieza con estudios epidemiológicos para poner en cuarentena a contactos cercanos y luego realiza pruebas a gran escala en grupos específicos. "La clave yace en la identificación de fuentes de infección y sus desplazamientos”, explicó Wang.

Los analistas anotaron que la gestión proactiva y eficiente de emergencias también es el resultado de años de acumulación de experiencia en gobernanza digital en China.

Un centro de operaciones de la ciudad inaugurado hace poco en Shanghai, considerado la "reforma de la época", ha brindado innovación con una línea clara de comando vertical de los distintos departamentos de respuesta de emergencia a todo nivel, informó guancha.cn.

Al establecer una red que integra respuesta de emergencias, seguridad pública, primeros auxilios, tráfico y otros servicios públicos, la preparación, ejecución y evaluación ante una emergencia han mejorado enormemente.

Sin embargo, en algunos lugares, todavía existen métodos “únicos” para todo tipo de eventualidad con el cierre de una ciudad frente a casos esporádicos. Wang precisó que tales medidas ocurren a menudo cuando no se ha identificado la fuente de contagio. Si el objetivo no es claro, la opción más segura es imponer estrictas medidas de prevención, agregó.

El condado de Yanshan en la provincia oriental de Jiangxi aisló un complejo vacacional y restringió el tráfico tras reportarse un caso el domingo después de 610 días sin nada. La jurisdicción dijo en un momento dado que todos los semáforos estarían en rojo para desalentar el tránsito, lo cual provocó un aireado debate en internet, pero la política quedó anulada el domingo, informó la prensa.

La ciudad de Ruili en la provincia suroccidental de Yunnan, limítrofe con Myanmar y con fuertes controles contra la COVID-19 debido a la presión de casos importados, también flexibilizó su política de salida de la ciudad frente a la creciente preocupación pública sobre los medios de vida de las personas.

Respondiendo a tales preocupaciones, el Gobierno local anunció planes para optimizar los procedimientos de salida y ofrecer más hoteles de cuarentena para satisfacer las necesidades de la gente, al tiempo que disponen de subsidios y reducciones tarifarias para residentes en dificultades.

Frente al aumento del descrédito hacia la política de tolerancia cero de China entre los medios de comunicación occidentales, Wang dijo que el enfoque de China ha demostrado ser mucho más responsable, efectivo y rentable desde un punto de vista general.

"Al sacrificar determinadas regiones por un corto tiempo, China ha podido mantener gran parte de su territorio libre del impacto negativo de la epidemia", recalcó.

"Esto difiere de lo que pasa en muchos países occidentales donde la epidemia ha barrido con todo. Deben adoptar un enfoque de “laissez faire” ya que carecen de la capacidad para operar una política de este tipo, con recursos unidos. Solo China puede hacerlo y lo ha demostrado con éxito”, puntualizó Wang.


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