spanish.china.org.cn | 16. 10. 2021 | Editor:Eva Yu | Texto |
Por Jorge Fernández
Es momento de materializar una comunidad de vida en toda la Tierra con la participación de todos y con el deseo unánime de trabajar por una misma meta: la protección de la biodiversidad en aras de la humanidad.
La participación virtual de países de todo el mundo en Kunming, Yunnan, salvo incomprensibles y vergonzosas ausencias, evidencia el espíritu de compromiso y responsabilidad que prevalece en la comunidad de naciones, con China como anfitrión, en la construcción de un mundo marcado por la consecución de una meta común: la gobernanza mundial de la biodiversidad en el futuro.
El cambio se está generando con el reconocimiento a problemas desatendidos y con la definición de guías y direcciones a seguir y, en este sentido, China, en voz de su presidente, ha alzado su voz. Hay metas que, sin importar las diferencias entre países, todos debemos luchar por alcanzar. Un mundo regido responsablemente por un sistema de gestión y coordinación construido por todos, que apunte a disfrutar y a proteger los recursos limitados de esta Tierra, es apoyado unánimemente por un amplio número de países.
El presidente de China, Xi Jinping, al cuestionarse qué tipo de comunidad de toda la vida en la Tierra debemos construir, propuso la construcción de un lugar de coexistencia armonioso entre la naturaleza y los seres humanos, un lugar coordinado entre actividades productivas y sistemas medioambientales y un mundo en el que el desarrollo común sea un derecho de todos. Materializar esos anhelos, tomando como objetivo fundamental la protección de la biodiversidad en aras de la humanidad, solo es posible con la participación de todos.
Ese es el reto que la humanidad misma debe superar: ¿cómo aunar esfuerzos para que todos participemos en la construcción de una comunidad de toda la vida en la Tierra? La presente administración ha dedicado enormes esfuerzos, tanto teóricos como prácticos, para buscar formas eficaces que garanticen la protección de nuestro entorno y la subsistencia misma de la humanidad. No obstante, aspectos como el desarrollo de una civilización ecológica, la coordinación entre seres humanos y naturaleza, la transición verde como fuerza para el desarrollo sostenible o el bienestar de las personas serán palabras vacías, por muy nobles que sean los fines, si no se tiene el apoyo de todos y si no se trabaja simultáneamente rumbo a un mismo objetivo.
Tal como Xi Jinping lo dijo en el discurso presentado en la 15ª reunión de la Conferencia de las Partes, “siempre y cuando sigamos adelante con perseverancia, un futuro brillante nos esperará”. China está dispuesta a trabajar con todos y comprometida a ofrecer sus más valiosas experiencias para materializar la construcción de una comunidad de toda la vida en la Tierra. Esto, hay que hacerlo notar, solo puede lograrse con el empeño y la dedicación conjunta de todos por igual. No es un trabajo en solitario y no podrá lograrse con la formación de pequeños grupos. Es una misión colectiva para legar un mundo mejor y más bello a nuestros hijos el día de mañana.