spanish.china.org.cn | 12. 10. 2021 | Editor:Eva Yu | Texto |
Foto combinada sin datar de un "gibón Skywalker" (izq.), una rana arborícola de membranas rojas (der., arriba) y una especie de lagarto arbóreo salvaje (der., abajo) en la Reserva Natural Nacional de la Montaña Gaoligong, en la provincia de Yunnan, suroeste de China.
La 15ª reunión de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP15) que China adelanta en Kunming, capital de la provincia de Yunnan, de lunes a viernes tiene todas las razones para captar la atención mundial.
La extinción global de especies se acelera. La alarmante pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas es tal que plantea un riesgo importante para la supervivencia humana.
Ninguno de los 20 objetivos medibles y con plazos concretos que debían cumplirse para 2020 sobre la protección internacional de la diversidad biológica que se acordaron en la COP10 en Aichi, Japón, en 2010, se alcanzaron a nivel mundial. Por lo tanto, es crucial que el marco de acción para las próximas dos décadas que se implementará en Kunming no solo sea integral sino también implementable.
Bajo la temática "Civilización ecológica: construyendo un futuro compartido para toda la vida en la Tierra", la COP15 ofrece una oportunidad para que las partes adopten nuevas estrategias para la conservación de la biodiversidad global.
A pesar del consenso global de que se necesitan acciones para conservar la biodiversidad del mundo, que se remonta a la Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica que entró en vigor en 1992 en la Cumbre de la Tierra de la ONU en Río de Janeiro, y los enormes esfuerzos realizados para abordar el desafío común de la pérdida de biodiversidad, el mundo se ha alejado aún más del objetivo final de la convención de lograr la armonía con la naturaleza para 2050.
Es por eso que, además de trabajar con otras partes para defender el multilateralismo y construir sinergias para la gobernanza global sobre el medio ambiente bajo el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, a China le gustaría aprovechar el evento para compartir con otras partes su experiencia en el esfuerzo por cumplir las metas de Aichi para la conservación de la biodiversidad.
China persigue una nueva era de desarrollo con el objetivo de transformarse en una civilización ecológica. Con este objetivo, prioriza el progreso ecológico y lo integra en todas las dimensiones y fases de su desarrollo económico y social.
En términos prácticos, esto significa que ha adoptado políticas sólidas y tomado medidas para proteger su entorno ecológico y está realizando esfuerzos coordinados para promover la gobernanza de la biodiversidad. En particular, el país ha reforzado la legislación para la conservación de la biodiversidad y ha trazado líneas rojas para proteger ecosistemas vitales, lo que se considera una mejor práctica que otros países pueden adoptar.
De cara al futuro, China está lista para asumir responsabilidades internacionales acordes con su nivel de desarrollo y desempeñar su papel en la gobernanza ambiental global. Espera demostrar que, siempre que se pueda lograr un equilibrio entre ellos, la conservación y el desarrollo de la biodiversidad no son necesariamente mutuamente excluyentes.
La biodiversidad es la base para que la raza humana sobreviva y prospere, y todos los países deben actuar juntos, y con la mayor urgencia, para promover su protección mientras persiguen el desarrollo. A menos que se lleven a cabo acciones reales para proteger especies y ecosistemas, puede que no haya futuro para gran parte de la vida en la Tierra. Y eso, sin duda, resultaría ser un recordatorio de humildad de que somos solo otra especie en la gran red de la vida.
Kunming no puede terminar siendo solo palabras.