spanish.china.org.cn | 29. 07. 2021 | Editor:Liria Li Texto

Con guerra mediática contra China sobre los orígenes del virus EE.UU. no va a contener la epidemia

Palabras clave: China,EEUU

Estados Unidos es un experto en todo tipo de guerra: armada, económica y política. Esta última, en particular, puede tomar diferentes formas: una de las más llamativas es, por supuesto, la guerra mediática, comúnmente conocida como guerra de información.

Dado el contraste de las fortalezas nacionales entre los dos países, los estrategas estadounidenses rara vez hablan abiertamente sobre una guerra armada con China. Sin embargo, en los últimos meses de su administración, cuando Estados Unidos era golpeado por el coronavirus y la recesión económica, Trump no tenía idea de cómo lidiar con esto. Así que él y sus ayudantes decidieron amplificar la guerra política con China, principalmente la guerra de información.   

No es difícil entender por qué la administración Trump lanzó tal guerra de información contra China. En retrospectiva, la respuesta de los Estados Unidos en los primeros días de la pandemia, podríamos encontrar claramente la razón.   

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de COVID-19 una emergencia de salud global el 30 de enero de 2020 y llamó a los países de todo el mundo para responder con seriedad.

Sin embargo, el mismo día, solo horas después del anuncio de la OMS, el entonces secretario de Comercio de los Estados Unidos, Wilbur Ross, comentaba que el brote mortal de coronavirus en China podría ser positivo para la economía estadounidense. "Creo que ayudará a acelerar el regreso de los empleos a América del Norte", dijo Ross en una entrevista para Fox Business.  

Ross definitivamente no era el único funcionario de los EE. UU. pensando que el virus podría tener un impacto positivo en la economía de los Estados Unidos. Esto podría explicar muy bien por qué el gobierno de los EE. UU. tomó prácticamente cero medidas para prepararse para un brote en los Estados Unidos.  

Sin embargo, la realidad no coincidió con las expectativas de estos ex altos funcionarios estadounidenses. Cuando la epidemia azotaba con fuerza en EE. UU., la Casa Blanca solo pudo intentar calmar los nervios del público lanzando una guerra de información a gran escala contra China. La "mejor" manera de encubrir el comportamiento anticientífico y antihumano de la administración de Trump fue acusar a un laboratorio chino de crear el virus.  

Sin embargo, los hechos son implacables: hasta la fecha, más de 600.000 estadounidenses han perdido la vida a causa del virus.  

El presidente Biden es claramente diferente de Trump. Sin embargo, la pregunta ahora es: ahora que Biden es presidente, ¿por qué continúa manteniendo la guerra de información contra China al citar los orígenes del nuevo coronavirus?

El tono de Biden es un poco más moderado que el de Trump y no apunta categóricamente al Instituto de Virología de Wuhan como el origen del virus. En su lugar, le pidió a las agencias de inteligencia de los EE. UU. completar una "investigación" sobre si el virus se originó en el laboratorio. Realmente no es tan difícil para las personas leer a través de dicha maniobra.

¿Cuál es la motivación de Biden? Los observadores creen que como político veterano, Biden es renuente a ver los fallos de la "democracia" estadounidense. El éxito incomparable de China en la lucha y el control de la COVID-19 ha hecho que muchos estadounidenses sientan el declive de su propio sistema político. Además de tratar de resolver los muchos problemas de Estados Unidos, Biden está tratando de reconstruir la confianza pública en el propio sistema político de EE. UU. Al manchar el éxito de China con una guerra de información sostenida.

No hay duda de que el presidente Biden ame Estados Unidos. Realmente quiere liderar a los estadounidenses a construir mejor. Sin embargo, hay que decir que los estadounidenses, Biden incluido, están perdiendo su capacidad más valiosa: la capacidad de reflexionar sobre su propio sistema político. Usar la guerra de información contra China ciertamente podrá incomodar a la nación asiática, pero nunca detendrá el desarrollo de China. 

La OMS ya ha completado la primera fase de la investigación sobre los orígenes del nuevo coronavirus en China, y los datos sin duda serán de gran ayuda para la prevención global. Desafortunadamente, nunca ha habido tal investigación en los EE. UU., que ha sido golpeado muy duro por la pandemia. Si Biden tiene algún sentido de responsabilidad por las vidas del pueblo estadounidense, debe invitar de inmediato a un equipo de los científicos a los Estados Unidos a realizar la misma investigación que han hecho en China.   

Biden siempre dice que su misión es "luchar por el alma de América". Esperamos que la siguiente noción se convierta en parte del "Alma de América": Los virus no respetan fronteras, y no importa cuántas guerras de información inicien, estas nunca podrán terminar con ningún virus.  

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