spanish.china.org.cn | 08. 07. 2021 | Editor:Teresa Zheng | Texto |
Puerto de Ruili en la provincia de Yunnan, suroeste de China, punto de conexión con Myanmar
Funcionarios de la ciudad fronteriza entre China y Myanmar, Ruili, se comprometieron a desplegar mayores esfuerzos a fin de evitar el ingreso de la COVID-19 con un reforzado control fronterizo y medidas enérgicas contra migrantes ilegales, tras detectarse la variante delta en la ciudad, la segunda en recibir su impacto después de Guangzhou, en el sur.
Hasta ahora se cuenta con la secuencia de 7 muestras positivas y los resultados revelan una alta homogeneidad con la mutación delta, encontrada en países vecinos, dijo un servidor público de Ruili en rueda de prensa el miércoles. La provincia de Yunnan registró 15 casos locales ese día.
Ruili ha fortalecido sus políticas de control fronterizo. El cruzar ilegalmente será severamente castigado, y aquellos que lo hagan así como quienes lo organicen, asistan u ofrezcan alojamiento enfrentarán penas graves, advirtió Zhai Yulong, secretario del Comité del Partido Comunista de China de Ruili.
La ciudad acelerará el establecimiento de un sistema de prevención y control limítrofe multidimensional y modernizará de manera integral la gobernanza en las fronteras mediante el control de factores relacionados con personas, aldeas, cruces y certificados, informó Zhai.
El control limítrofe ha sido por mucho tiempo la tarea prioritaria de Ruili. Las actividades entre ambos países han quedado suspendidas por un largo tiempo, y los productos dentro y fuera de China están sujetos a una estricta desinfección y pruebas de descarte. A todos los funcionarios públicos en Ruili se les han asignado áreas de vigilancia y patrulla regular, acotó un trabajador de Ruili que prefirió no ser identificado el miércoles.
Yang Zhanqiu, subdirector del departamento de Biología de patógenos de la Universidad de Wuhan, dijo el miércoles que el brote en Guangzhou, también de la delta, junto con el de Ruili, es un recordatorio para otras ciudades en los límites del país que la supervisión es clave para protegerse de casos importados.
El miércoles, Ruan Chengfa, secretario provincial del Partido de Yunnan, ordenó a los servidores públicos locales controlar con firmeza las puertas del país con una "determinación que desafía la muerte", dada la compleja y extrema situación de la pandemia fuera de China.
Es la cuarta vez que la ciudad se ve afectada por la COVID-19 y la tercera vez que impone un bloqueo. La última vez, algunos funcionarios locales fueron despedidos por negligencia. Uno de ellos fue Gong Yunzun, exjefe del partido.
Desde el miércoles, la principal zona urbana de Ruili quedó cerrada y los residentes deberán permanecer en sus casas, con reparto de alimentos en sus puertas, según un comunicado del grupo líder de prevención y control de epidemias de Ruili el martes.
Las escuelas e institutos profesionales están clausurados; así como supermercados, hospitales, farmacias y otros lugares comerciales hasta nuevo aviso.