spanish.china.org.cn | 13. 05. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Respaldo de EE.UU. a la exención de patente pasa más por salvar su imagen

Palabras clave: EE.UU., exención, patente, vacuna

La Organización Mundial de la Salud aprobó el viernes el uso de emergencia de la vacuna china de Sinopharm, la primera desarrollada por un país no occidental en recibir el respaldo de la agencia.

Mucho antes del visto bueno, ya se habían administrado millones de dosis en China. Además, otros países como Indonesia, Irán y Pakistán ya la habían reconocido para su uso de emergencia, así como en la región administrativa especial china de Macao. Al estar incluida en el mecanismo COVAX, muchos países pobres se beneficiarán con el acceso a una vacuna de manera más fácil.

China anunció en febrero su adhesión al programa y se comprometió a proporcionar 10 millones de dosis. Dada su capacidad de producción, la cifra aumentará a medida que se aprueben otras vacunas chinas en el futuro.

Actualmente, un desafío importante en la respuesta mundial a la pandemia es la producción insuficiente de vacunas. Asimismo, otro problema es la falta de capacidad para su entrega rápida y precisa a países y regiones que las necesitan. Por lo tanto, es apremiante en la lucha contra el virus conseguir una mayor cooperación entre las principales naciones.

La semana pasada, el Gobierno de Biden expresó su apoyo a la no protección de la propiedad intelectual de las vacunas COVID-19. Este es un paso adelante; sin embargo, no significa una producción rápida de vacunas o una respuesta célere a la pandemia para todos.

La decisión tiene como objetivo ayudar a revertir el declive de la imagen estadounidense desde el estallido de la pandemia, pero no aborda de inmediato el tema de su producción y distribución.

La exención a la que se refiere la Casa Blanca no es pedir ni obligar a las farmacéuticas a hacer público por completo sus patentes o regalarlas, esto significa que si las empresas estadounidenses desean demandar a otros países por imitar sus patentes, Washington no respaldará dichos reclamos en la OMC. Hasta cierto punto, es positivo: si un país o firma es capaz de producir vacunas, aunque sean duplicadas, debe hacerse y Estados Unidos no lo impedirá.

Sin embargo, es muy difícil que el Gobierno de Biden implemente realmente tal acción. Países como Alemania y farmacéuticas, incluida Pfizer, se oponen a esta decisión. Creen que tal práctica estrangulará la innovación. Cuando el sector pierde impulso, todo el sector, y no solo una o dos empresas, se verá afectado. En respuesta, según un informe de Reuters del 7 de mayo, un portavoz de Berlín indicó en un comunicado: "La protección de la propiedad intelectual es una fuente de innovación y debe seguir siéndolo en el futuro".

Deben verse dos aspectos para encarar los retos de la lucha contra la pandemia. Por un lado, en términos de cooperación en la producción, depende de la negociación entre la OMC, los principales países y las grandes farmacéuticas internacionales y si pueden llegar a un consenso. Las conversaciones en la OMC, en particular, pueden llevar mucho tiempo hasta que sus 164 miembros se pongan de acuerdo.

Por otro lado, es imperativo que los arreglos para la entrega de vacunas y equipo médico relacionado, así como para el despliegue del personal médico, se realicen lo antes posible. Es necesario desplegar esfuerzos para evitar que la situación empeore en algunas economías pobres; o que aquellas que sufren un gran impacto por la crisis, como la India, salgan de control.

La pandemia es una prueba de la capacidad de gobernanza de los países. Ante una emergencia de salud pública de esta magnitud, no todos pueden afrontarla. Por ejemplo, no se supone que la producción y suministro de oxígeno sea una tarea difícil, pero se ha convertido en una pesadilla para la India. Por lo tanto, otra tarea para la sociedad internacional es asistir a estos países en la mejora de sus capacidades de control y gestión de epidemias lo antes posible.

Durante una entrevista con The Indian Express el 30 de abril, el asesor médico presidencial de Estados Unidos, Anthony Fauci, dijo que esta debería cerrar de "inmediato" durante "unas pocas semanas" para enfrentar esta "situación muy difícil y desesperada". Sugirió que podría aprender de la práctica en control de enfermedades de China en este contexto, como la construcción de hospitales improvisados para tratar a una gran cantidad de pacientes en el corto plazo.

Sin duda, la COVID-19 inducirá a los países a reflexionar sobre sus propios sistemas de gestión y luego a realizar ajustes y reformas para prepararse mejor ante brotes similares en el futuro. De hecho, los cambios ya han comenzado, lo que eventualmente decidirá la dirección de la cooperación global en múltiples áreas como la salud pública.


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