Vacunas chinas al rescate del plan de inmunización mexicano

Un mexicano recibe la vacuna china de Sinovac en un centro de inmunización en la ciudad de Ecatepec el lunes.

El suministro es vital entre retrasos con el plan nacional y la ayuda estadounidense

Las vacunas chinas impulsan la campaña de vacunación en México, después de retrasos en la producción nacional y la ayuda estadounidense.

México firmó un acuerdo de fabricación mutua, junto con Argentina, de la vacuna de AstraZeneca para su distribución en América Latina, y también tiene en manos una de desarrollo propio, pero el progreso ha sido lento, lo que la hace depender de dosis importadas para su población.

Para empeorar la situación, Estados Unidos decidió contener las exportaciones de la vacuna hacia su vecino del sur.

El secretario de Prensa, Jen Psaki, indicó el 1 de marzo que el presidente Joe Biden no consideraba compartir el suministro del país con México, antes de suavizar su posición.

En ese contexto, México viró hacia las vacunas chinas y rusas.

"El Gobierno mexicano confió en la ayuda de Donald Trump (expresidente) para el envío de vacunas. Sin embargo, dado el cambio de administración, la decisión quedó revertida y México tuvo que mirar a China y Rusia", explicó Pedro Irigoyen, consultor de asuntos regulatorios en Ciudad de México.

Durante meses, México solicitó a su vecino provisiones de la vacuna de Astrazaneca. Estados Unidos tiene en reserva millones de dosis, aun cuando la Administración de Drogas y Alimentos del país todavía no ha aprobado su uso.

El 18 de marzo, el ministro de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, anunció que Estados Unidos exportaría 2,5 millones de dosis, no obstante, la fecha de entrega es incierta.

La falta de claridad aumentó el atractivo de las vacunas chinas y rusas en una nación golpeada por la pandemia.

Nuevo capítulo

La "solidaridad entre México y China para hacer frente a la crisis sanitaria” fue de gran ayuda, apuntó Padilla, y agregó que la cooperación marca una nueva etapa en las relaciones bilaterales.

Los fabricantes chinos ya han enviado lotes al mercado latinoamericano. Una asociación entre CanSino y DrugMex, una farmacéutica mexicana, permitirá el envasado de las vacunas en una planta en México. Cinco millones de dosis de la de CanSino ya han llegado al país.

"Dada la mayor información sobre seguridad y eficacia de las vacunas chinas y después del visto bueno de la de Sinovac y CanSino por COFEPRIS, las personas han comenzado a aceptarlas, al igual que las demás", dijo Irigoyen.

El 13 de marzo, México recibió su mayor cargamento de dosis de Sinovac.

"Hoy llegó el lote más grande; un millón de la de Sinovac. El plan de inmunización tomará fuerza. ¡Gracias Sinovac y la República Popular de China!", tuiteó "Ebrard.

La Coronavac es más fácil de almacenar y transportar que otras similares que deben mantenerse a temperaturas bajo cero. Con esta ventaja, México planea llegar a zonas rurales de difíciles acceso.

"Las vacunas de Sinovac y CanSino se están utilizando principalmente en áreas remotas, ya que no requieren condiciones de ultracongelación", precisó Padilla.

México, con 126 millones de habitantes, ha inoculado a más de 5 millones. El país también cuenta con la Sputnik V de Rusia, así como con la de Pfizer y Biontech.

Hasta el momento, registra más de 2.1 millones de casos confirmados y más de 197 000 muertes.

"En México y en gran parte de América Latina, las dosis chinas se han administrado a gran escala", anotó Padilla. "Se utilizan en Chile y en Perú, en más de 6000 tribus indígenas en Brasil y están aprobadas para su uso urgente en Colombia, Uruguay y otros países".